El sábado 2 de diciembre, treinta minutos antes de la hora prevista para el enlace matrimonial entre el torero Juan Ortega y la cardióloga Carmen Otte, la boda fue cancelada. El diestro sevillano, tras hablar con un amigo sacerdote, decidió llamar a la que iba a convertirse en su mujer y confesarle que tenía bastantes dudas.
Tras este plantón casi a las puertas de la iglesia jerezana de Santiago, la historia se convertía en viral y era seguida con lupa por los medios de comunicación.
Diez días después del surrealista momento, del gran enfado de la familia de la novia, de las lágrimas de dolor de Carmen, la pareja ha podido darse una nueva oportunidad.
Al menos esto es lo que ha revelado Vanitatis, que apunta a una reconciliación tras la no boda. Después de lo sucedido, los protagonistas de esta historia han estado hablando, manteniendo conversaciones "duras e incómodas", tras las cuales parece que hay una puerta abierta al reencuentro. Eso sí, de hablar de nuevos planes de boda, ni hablar por el momento.
Como destaca la citada publicación, desde el círculo más privado de la cardióloga jerezana han aplaudido la valentía que ha tenido Otte de "asumir la autenticidad de sus sentimientos", aunque no están de acuerdo con los tiempos, ya que consideran que todavía es demasiado pronto tras todo lo que ha pasado.
Los motivos esgrimidos por el torero parece que han convencido a Carmen. De momento, ninguno de los dos se han pronunciado sobre la verdadera causa de la no boda y sobre esta nueva oportunidad al amor que parece que se han dado.