La Unión Europea ha hecho pública su Estrategia de Preparación para situaciones de crisis (desde grandes catástrofes medioambientales hasta una situación de guerra". En el referido documento se anima a la ciudadanía a que mantenga "los suministros esenciales durante un mínimo de 72 horas en caso de emergencia".
Para ello, la UE ha recomendado a la población que cuente con un kit de supervivencia donde no falte "agua, alimentos en conserva o liofilizados, material de iluminación, medicamentos, documentos de identidad o una radio de onda larga".
Hadja Lahbib, comisaria de Preparación, Gestión de Crisis e Igualdad de la UE, también ha detallado que sería importante contar con una batería externa, cargador de teléfono móvil y dinero en metálico, ya que "en mitad de una crisis, el cash es el rey. Tu tarjeta de crédito puede ser solo un trozo de plástico".
Sin papel higiénico en el 'kit' de supervivencia
Un kit de supervivencia para una posible guerra que no ha convencido del todo a las redes, donde muchos usuarios aseguran, con una buena dosis de ironía, que falta un objeto indispensable. "En el kit de supervivencia no hay papel higiénico, no entiendo nada", comentan varios usuarios.
En el kit de supervivencia no hay papel higiénico ni harina, no entiendo nada. pic.twitter.com/OEk0z8FHom
— Señora Rubia ⚓️ (@senora_rubia) March 25, 2025
"Si no hay papel higiénico, es que no hemos aprendido absolutamente nada de la pandemia", señala otro internauta. Muchas personas incluso se han dirigido en sus comentarios a la Comisión Europea para hacerles ver que "el kit de supervivencia tiene un fallo: no habéis incluido el papel higiénico, que lo sepáis".
Fiebre por el papel higiénico en la pandemia
Durante las primeras semanas de la pandemia del covid, hace ahora cinco años, el papel higiénico se convirtió en un bien de alta demanda en supermercados, generando escenas de acaparamiento y desabastecimiento. El temor al confinamiento y la incertidumbre sobre la disponibilidad de productos esenciales llevaron a muchos consumidores a realizar compras masivas, vaciando estanterías en cuestión de horas.
Expertos en comportamiento social señalaron que este fenómeno estuvo impulsado por un efecto de contagio psicológico: al ver estantes vacíos y largas filas, más personas se sumaban a la compra compulsiva. Aunque la producción y el suministro de papel higiénico no estuvieron realmente en riesgo, la sobredemanda temporal tensionó las cadenas de distribución, generando un efecto dominó que tardó semanas en estabilizarse.