En un seminario del Campus de la UCA en Jerez, una no se esperaría encontrar, al entrar, a cuatro artistas drags sentadas a una mesa, ante espejos, maquillándose para realizar una performance. Ante los ojos de varias personas que observan atentas, se sientan Yerais García, Isaac García y Olga Picón. Con una espectacular demostración artística de maquillaje en directo, y explicando en qué consiste cada paso, aproximadamente una hora y media después se levantan de la mesa Crisálida, Orquídea y Mina Velvet.
De pie, a un lado, junto a sus compañeres (respetando el lenguaje inclusivo que emplean), se encuentra Ecclesia, Juan Antonio Vías, ya travestida y maquillada para la ocasión, que maquilla a su vez, en directo, a otra compañera, mientras explica el proceso a las personas asistentes.
Estas cuatro artistas pertenecen a una 'casa drag', o 'haus', llamada Akelarre, un colectivo, un espacio seguro, formado por personas disidentes, que emplean su arte para retroalimentarse y apoyarse unas a otras y hacer del mismo un arte más rico y más diverso.
Este taller y exposición de maquillaje es el punto de partida para una jornada dedicada al arte y al activismo drag, dentro de la programación de la I Semana del Orgullo LGTBIQAP+ de la UCA, organizada por la Dirección General de Diversidad de la Universidad de Cádiz con la colaboración de las entidades Ojalá, Libres, Aghois, Amare, Nueva Arcadia, Lambda y JereLesGay.
A lo largo de toda esta semana, diversos expertos y estudiantes de la UCA han aportado su visión sobre la interseccionalidad, la LGTBIfobia, la comunicación, la diversidad, el arte o la historia del colectivo, entre otros muchos aspectos.
La jornada del jueves, dedicada al activismo y al arte drag, era un hito, como ha recordado una de las participantes, pues era una de las primeras veces (si no la primera) que las aulas de la UCA abrían sus puertas a esta forma de expresión.
Yerais García Llanes, Crisálida, es una de las personas participantes. Puesto que es una persona no binaria, su pronombre elegido es 'elle'. Se graduó en Psicología por la Universidad de Cádiz y actualmente estudia el Máster en Género, Identidades y Ciudadanía en el mismo centro. También es colaborador de la Dirección General de Diversidad de la UCA.
Para personas como Yerais, el drag no es solo una expresión artística; también es una forma de activismo. "Mi identidad y mi género son pilares fundamentales en mi drag. Yo siempre defino a Crisálida como una forma de explorar artísticamente mi identidad. A diferencia de lo que puedan definir otras compañeras, percibir a Crisálida como un 'personaje' al margen de Yerais es muy difícil, porque lo percibo como una extensión de quién soy y de cómo me muestro al mundo, para transmitir mensajes en mis performances y transmitir al público un mensaje crítico", expresa.
Yerais comenzó en el mundo del drag con su grupo de amigas, su "familia escogida", como las llama, entre las que se encuentran el resto de artistas presentes en la jornada de este jueves. "En nuestro caso, nuestra 'haus', el Akelarre, se inició aproximadamente en 2018, cuando empezamos a montar fiestas en espacios seguros entre nosotres con temáticas diferentes. Aun así, siempre conquistábamos el espacio público cada vez que salíamos de fiesta o nos hacíamos sesiones de fotos en la vía pública, mostrando nuestra disidencia incluso fuera de drag", relata. En 2022, dio el paso a trabajar de forma profesional como drag, junto a Ecclesia y Orquídea. Poco a poco, construyeron una comunidad con otras artistas drags de la provincia de Cádiz, una muestra de la cual es el vídeo 'Drag Excellence Cádiz'.
La historia del colectivo LGTBIQ+ no puede entenderse sin el drag y sin el arte. El empleo del maquillaje y de la moda sirve, en ese sentido, como arma para la visibilidad, para la conquista de espacios y para explorar, o reafirmar, la propia identidad.
Así lo expresa Yerais: "Desde hace unos años hasta ahora, ha habido un incremento de visibilidad drag dentro y fuera del colectivo. Sin embargo, no hay que olvidarse que les drags siempre hemos estado al frente de las luchas LGTBIQAP+ y que la gran mayoría de les drags locales seguimos en condiciones de precariedad y exclusión laboral, y es importante conseguir el apoyo del resto de siglas del colectivo".
La ruptura de las barreras del género que conlleva el drag supone también una forma de expresión y de liberación. "Muchas veces pienso que mi propia expresión y existencia suponen una forma de reivindicar y hacer que otres se cuestionen lo que creen o piensan que es ser hombre o mujer, al percibirme como algo que no se encuentra dentro de sus esquemas", apunta Yerais. En ese sentido, es "una forma de explorar y jugar con mi expresión de género y cómo decido mostrarme al mundo", se sincera.
La interseccionalidad también se ha abordado este jueves en la jornada en la UCA, con una mesa redonda sobre este concepto, que explora las distintas realidades que operan sobre una persona, para poder abordar la dinámica entre las mismas. El propio colectivo Akelarre es ejemplo de ello: "Cada une explora el drag de manera muy diferente y todas son siempre válidas y aceptadas. Por ejemplo, tenemos a Orquídea que es una mujer trans, Ecclesia, que tiene un cuerpo no normativo y disidente, o Mina Velvet, que además de ser una mujer cisgénero, es una de las mejores artistas de la haus", explica Yerais.
Esa diversidad e interseccionalidad también son claves para abordar la problemática de las agresiones y de la LGTBIfobia. "Actualmente, y eso es algo de lo que he sido más consciente a raíz de estudiar el máster de género, hay una creciente polaridad que se está instaurando en la población española sobre las personas LGTBIQAP+ y en especial, hacia las personas trans y queer", expresa Yerais.
¿Y cómo puede ayudar la exploración de los límites del género, y su expresión artística, en eso? Lo apunta así: "Creo que es importante mostrarse visible y exponerse (pese a los riesgos que conlleva) como persona abiertamente queer, porque es una forma indirecta de cambiar las conciencias. Y poder contar con espacios como la Universidad de Cádiz para dar visibilidad a nuestra realidad es una gran oportunidad para cambiar las cosas y poder abordar la problemática desde un punto académico e institucional".
La jornada ha contado como no podía ser de otra forma, con una performance drag, como colofón para unir, en esta jornada previa al Día Internacional contra la LGTBIfobia, lo festivo y lo reivindicativo, la expresión artística, la conquista de los espacios y la lucha por visibilizar y reafirmar la propia identidad.