Albert Solá Jiménez ha muerto este sábado a los 66 años en un bar de La Bisbal en Girona según ha informado Cadena Ser. Se había convertido en una figura pública después de enfrentarse a los tribunales para demostrar que era hijo del rey emérito Juan Carlos I.
Solá se encontraba con unos amigos en un local que frecuentaba cuando, de pronto, se desplomó y cayó al suelo. Murió en el acto frente al grupo de personas que estaba presente. Hasta el momento, se desconoce la causa de su muerte aunque todo apunta que se trata de una muerte súbita.
Solá saltó a las portadas de los medios de comunicación en 2015, cuando recurrió a la Justicia diciendo ser hijo del rey emérito. Sin embargo, el Tribunal Supremo rechazó su demanda al considerar que no había datos suficientes como para afirmarlo. Además, no llevó ninguna prueba de ADN.
Pese a la negativa que recibió, Solá continuó intentando demostrar quién era su padre pero no lo consiguió. Estaba empeñado en que era heredero de la Corona pero, pese a que acudió al Constitucional, tampoco fue aceptada su petición. Incluso llegó a escribir un libro donde contaba su experiencia y sus argumentos titulado El monarca de La Bisbal.
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