La familia de Diego Valencia, el sacristán asesinado tras recibir un machetazo en la tarde del miércoles en Algeciras, de 65 años, ha publicado una carta abierta a la sociedad española. Desde “el dolor sereno que están atravesando”, quieren agradecer “las innumerables muestras de cariño, afecto y solidaridad” que han recibido.
“Siempre notamos que Diego era una persona muy querida y apreciada en nuestra ciudad, pero jamás pudimos ser conscientes de hasta donde podía llegar ese cariño. Ahora sí lo sabemos. Cuando alguien se va es fácil hablar bien de esa persona, pero todos nos habéis demostrado que en este caso, lo habéis hecho todos de corazón”, transmitía los familiares.
Asimismo, ponen un freno al racismo que trágico ataque terrorista está suscitando: “Diego dedicó siempre su vida a los demás, sin mirar nacionalidad, religión o cualquier otra seña de identidad. Su lema era el de hacer el bien sin mirar a quien, y se convirtió en un defensor a ultranza de esa convivencia pacífica que siempre ha caracterizado a Algeciras. Y así queremos, y os pedimos en su nombre, que continúe por siempre”.
Del mismo modo, su familia da gracias a todas las instituciones públicas que le han arropado y a “ las comunidades religiosas afincadas en Algeciras, especialmente a la católica y a la de la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la Palma, a la que Diego sirvió durante tantos años; al Cuerpo Nacional de Policía y a la Policía Local, que han estado a nuestro lado en todo momento”.
Asimismo dedica unas palabras de agradecimiento a los medios de comunicación que “han respetado la pena que nos sigue ahogando, nuestra gratitud por su profesionalidad y el respeto que han mostrado a lo largo de unas jornadas que jamás podremos olvidar”.
A su ciudad, a Algeciras, le dedica la gratitud más sincera: “Diego, desde el cielo, donde ya está, seguro que se siente abrumado por ver tanto cariño como se le está haciendo llegar, y eso es lo que nos reconforta a su esposa, sus hijos, nietos, hermanos, sobrinos y a la legión de amigos que durante su paso por esta vida cosechó”.
Prisión sin fianza para el presunto asesino
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicita prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto autor del ataque mortal, Yassine K., que acabó con la vida del sacristán de la iglesia Nuestra Señora de La Palma Diego Valencia.
Según confirman a Europa Press fuentes fiscales, los delitos que le atribuyen al investigado en una primera calificación jurídica son los de asesinato terrorista, un delito intentado de asesinato terrorista y un delito de lesiones terroristas. Apuntan que Yassine K. ha optado por declarar ante el juez tanto a la Fiscalía como a su defensa. Señalan que la prisión provisional se justifica por el riesgo de fuga, para evitar ocultación de fuentes de prueba y ante el riesgo de comisión de otros hechos delictivos.
Este lunes, fue trasladado a primera hora a la Audiencia Nacional después de que desde el jueves pasado fuera bajo custodia policial a Madrid para que ser puesto a disposición de los especialistas de la lucha antiterrorista en la sede del Complejo de Canillas.
A pesar de que desde primera hora se encontraba en los calabozos de la Audiencia Nacional, la puesta a disposición del juez Joaquín Gadea no se ha producido hasta pasadas las 12.00 horas por problemas en la citación a la abogada de oficio, según explicaron fuentes jurídicas.
Gadea, en el auto de entrada y registro en el domicilio del investigado, le relacionaba con el salafismo yihadista y consideraba ya que los hechos eran constitutivos de un delito de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas.
En su resolución concluía además que, con su acción, Yassine K. pretendía "alterar la paz pública mediante la ejecución de actos de terror, lo que habría podido motivar la actuación criminal". Además, decretaba el secreto de las actuaciones por el plazo de un mes.