Vicente de Juan Orlandis, Fiscal de Menores de Jerez, ha participado esta semana en la mesa redonda Menor y violencia. Influencia familia, social y educativa, organizada por el Ateneo Siglo XXI de Jerez. En la misma se trató el problema de la pérdida de valores, la inmersión en las redes sociales, pobreza y la frustración de los jóvenes ante la falta de futuro como el caldo de cultivo que alimenta la violencia reinante.
En el debate se llegó a la conclusión de que las soluciones pasan por el aumento de los recursos por parte de las administraciones para que haya más profesionales implicados, la lucha contra las desigualdades sociales, la colaboración entre todos los estamentos con responsabilidad en la materia, y la educación, tanto de los jóvenes y de los padres, como de la sociedad en su conjunto.
El Fiscal de Menores de Jerez ha profundizado sobre todo ello en una entrevista con lavozdelsur.es, donde analiza la situación y el papel que juega la jurisdicción. "Hay violencia en la sociedad. Por tanto, es lógico que haya violencia también en los jóvenes, porque es lo que viven, lo que viven en su casa, desgraciadamente, en muchas ocasiones, y es lo que ven desde los videojuegos, a compañeros o a los mayores, a los políticos, que se desenvuelven también de una forma agresiva. No diría violenta, pero sí agresiva. Y todo eso se contagia", dice.
"Mi perspectiva puede sonar un poco negativa porque yo lo que veo en mi trabajo son los menores que han cometido delitos, que han cometido infracciones penales. Por tanto, tengo una radiografía parcial de la sociedad. Eso es solo una pequeña parte de la juventud. Luego hay una juventud sana, con buenos valores y demás. La finalidad de la jurisdicción de menores no es tanto castigarles o sancionarles, sino colaborar en su reinserción social, en su reeducación, en su resocialización, que es la finalidad última de la ley que regula la responsabilidad penal de los menores", añade.
Es una realidad que la violencia entre los menores suele proliferar en familias desestructuradas, pero el Fiscal de Menores se encuentra con muchos casos en los que la raíz del problema no está ahí: "Hay violencia en diferentes ámbitos. Hay violencia en el ámbito escolar, con los famosos casos de bullying, de acoso escolar y algunas peleas que nos llegan también. Luego hay violencia en la calle: cuando los chicos salen, se reúnen y se toman unas copas. También hay algunas manifestaciones especialmente preocupantes en los últimos tiempos, caso de la violencia dentro de la propia familia, la violencia intrafamiliar, de padres a hijos a veces, pero también nosotros la que vemos es la de los hijos a los padres. Lógicamente en familias desestructuradas se da más, pero también hemos tenido hijos de médicos, de farmacéuticos, de abogados, de profesores, incluso, que se supone que eso deberían tener mejores armas para luchar contra eso".
"El nivel cultural influye mucho, sobre todo influye en la solución"
La educación, obviamente, es un factor clave para entender las reacciones agresivas de algunos menores en la sociedad actual. Y la educación se recibe antes que en los centros de enseñanza, en cada familia. Ahí es donde está el germen de muchos problemas: "El nivel cultural influye mucho, sobre todo influye en la solución. Un menor que en un momento determinado se encuentra un poco despistado y comete tonterías, si tiene una buena red familiar, de apoyo familiar y social y de entorno de amigos, es más fácil que salga luego adelante sin problemas. La medida de internamiento es la más grave de las medidas previstas por la ley y de los menores que tenemos internados, algo así como el 70 u 80 % son por temas de violencia doméstica, de violencia dentro de la familia".
En muchas ocasiones se intentan excusar ciertas actitudes violentas con aquello de que "son cosas de niños". Pero uno de los mayores expertos en la materia, Vicente de Juan, matiza este tópico. "No son cosas de niños, casi siempre son cosas de padres. Si se crían los niños en un ambiente de permisividad, donde los padres no les enseñan respeto a norma ninguna, luego van a quebrantar esas normas. En la jurisdicción de menores se analiza mucho la sanción, el castigo y la medida en ese caso no va unida tanto a lo que ha hecho el menor, sino que se estudia cómo es su familia, qué está haciendo, qué está haciendo en el colegio o si está trabajando ya porque tiene 16 ó 17 años".
"Puede ser que para un mismo hecho se le imponga entonces una medida grave de internamiento. Dos menores que han cometido un robo, uno de internamiento y otro a lo mejor se va con una libertad vigilada o con unos trabajos en beneficio de la comunidad. Hay chiquilladas y hay gamberradas, pero luego también hay otros actos algo más graves o muy graves incluso. Últimamente, nos estamos encontrando con muchos casos de violencia sexual", añade el Fiscal de Menores.
¿Es Jerez una ciudad donde los casos de violencia entre menores de edad está en la media de otras zonas cercanas? "Yo soy muy malo manejando estadísticas y además no conozco en profundidad estadísticas de otros sitios. Aquí en la Fiscalía de Menores de Jerez, el jugado de Menores de Jerez ve casos no solo de Jerez. Nuestra competencia territorial es muy variada geográficamente porque corresponde a los partidos judiciales de Sanlúcar, que comprende Chipiona, Sanlúcar, Trebujena, el partido judicial de Jerez con San José del Valle y luego los partidos judiciales de la Sierra, tanto Arcos de la Frontera como Ubrique. Es decir, nuestro ámbito de actuación no se ciñe únicamente a Jerez, sino a todos los pueblos que comprenden esos partidos judiciales. Nosotros al año incoamos unos 250 expedientes. Son procedimientos que van para adelante, que bien terminan en juicio, bien en una absolución. Algunos los archivamos de entrada y se llaman disidencias preliminares porque el denunciado es menor de 14 años. En esa edad no hay responsabilidad penal, aunque cometan hechos graves, como pueden ser incluso algún homicidio o alguna agresión sexual. Pues esas son las cifras, unos 250 expedientes más o menos de media y otros 250 más o menos, que son otras diligencias que se archivan de entrada".
Vicente de Juan también pide un mayor control de los padres para evitar que internet sea un foco de conflictos
Tradicionalmente, la violencia escolar se limitaba a los centros de enseñanza. Ahora, con las redes sociales, esta lacra se traslada a los domicilios de las víctimas. Vicente de Juan también pide un mayor control de los padres para evitar que internet sea un foco de conflictos: "Es una herramienta poderosísima y, por tanto, peligrosa. Bien empleada es fantástica, porque sirve para comunicar, para acceder a conocimiento, para muchas cosas positivas, pero también incrementa la capacidad de hacer el mal respecto de otros menores o de otros mayores. Llevo 19 años en la Fiscalía de Menores y solo en los últimos cuatro o cinco años han aparecido casos de estafas informáticas. Eso era impensable hace unos años. Pues eso está ocurriendo. Y luego, por ejemplo, el tema del acoso escolar va mucho más allá del ámbito escolar, porque cuando un grupito decide hacerle la vida imposible a otro chico, normalmente también menor de edad, pues eso no se termina dentro del colegio, sino que luego, a través de mensajes de WhatsApp, de Instagram, de lo que sea, sigue ese acoso, hacerle la vida más difícil y causándole mayor perjuicio".
"Es una responsabilidad de los padres estar pendiente de qué uso están haciendo los menores sobre eso y qué es lo que están viendo. Otro tema es el de la pornografía, lo que están viendo los menores por internet y también la pornografía infantil. Hemos tenido varios casos en los últimos años de menores en posesión de archivos de pornografía infantil, que son casos especialmente desagradables", afirma.
Un caso muy sonado fue el de la agresión sucedida en el IES Elena García Armada de Jerez, donde un menor agredió en 2023 a compañeros y profesores. Vicente de Juan no quiere hablar de ello porque todavía está abierto. "No me gusta hablar de casos concretos porque debemos ser responsables cuando hay menores implicados".
Sí habla abiertamente del absentismo escolar, un problema que sigue arraigado en un sector de los menores de Jerez y que puede ser la punta del iceberg de algo mayor: "Nosotros no lo trabajamos directamente, porque en menores la Fiscalía trabaja en dos áreas: protección y reforma. Protección es cuando un menor es víctima de algún tipo de delito o de situación de desamparo, como puede ser el caso del absentismo escolar. Y luego el área de reforma, que es cuando un menor comete un delito. Aquí en Jerez solo vemos temas de reforma, no de protección. Todos los temas de protección se llevan en Cádiz, y el tema de absentismo escolar forma parte de esa área dentro de la Fiscalía".
"A muchos de los menores que vienen a Fiscalía porque tienen causas abiertas se les entrevista. Luego está el equipo técnico de la Fiscalía de Menores, que está compuesta por un psicólogo, una educadora y una trabajadora social. Entrevistan tanto al niño como a los padres y además recaban información de los centros escolares, de servicios sociales, lo que sea. Hay demasiados chicos jóvenes que están abandonando la formación, incluso con 14 y 15 años. Por supuesto, a los 16 hay un abandono alto y eso me preocupa especialmente", finaliza.