“Hemos encontrado cinco cráneos y una cadera”, explica el arqueólogo Cristóbal Alcántara a los vecinos y vecinas de Trebujena que han acudido a la jornada de puertas abiertas organizada por el Ayuntamiento. Lo hace desde el interior de la fosa hallada en el antiguo cementerio civil de la localidad, en un lugar donde se trabaja para determinar cuántos restos de represaliados hay en esta zona. La localidad tiene unos 110 contabilizados, aunque muchos están en municipios vecinos como Lebrija, Jerez o El Cuervo, como también hay en Trebujena restos de víctimas de estas localidades.
Hace escasos 15 días, el equipo investigador que capitanea el arqueólogo y antropólogo forense Andrés Fernández, y del que también forman parte Alcántara, así como la antropóloga forense María de la Rubia, la doctora en Historia y antropóloga María Isabel Brenes, inició la exhumación en la fosa de Trebujena, que pronto dio resultados. Apenas 24 horas después se encontraron los primeros restos. De momento, hay restos de seis cuerpos distintos, aunque los trabajos continuarán por todo el patio, agrandando la zanja actual, de unos dos metros de anchura.
“Los cuerpos están arrojados y tienen cal, lo que es indicativo de que estamos ante una fosa común”, sigue contando el arqueólogo Cristóbal Alcántara. La cal se utilizaba para enterrar cuerpos y evitar malos olores, ya que la zanja se mantuvo abierta durante una larga temporada. Desde poco después de iniciarse la Guerra Civil, en agosto de 1936, y al menos hasta diciembre de ese año, se utilizó esta fosa común, que se fue rellenando con cadáveres de represaliados.
“La cal, curiosamente, mantiene mejor los restos”, dice Alcántara. En la fosa, de en torno a un metro y medio de profundidad, se distinguen cráneos, un brazo entero, una rodilla o unas piernas. “Ay, qué pena…”, se le escapa a uno de los visitantes, mientras el arqueólogo va contando la progresión de los trabajos que llevan a cabo. El estudio que se hará posteriormente determinará si el ADN de los restos coincide con el de los familiares de represaliados, recabado hace unas semanas.
“Ahora mismo estamos en la fase de localizar fosas y ver cuántas hay”, reseña el arqueólogo. En la que se encuentra, el georradar determinó que no había restos en el primer metro de profundidad. A partir de 1,40 metros, detectó movimientos de tierra. En ese estrato, se ha encontrado hasta basura, desde objetos de cristal a cerámica o cubertería. “Al parecer se volcaba el camión de la basura para tirar cuerpos”, reseña Alcántara.
“Aún no hemos encontrado signos de violencia, como casquillos o proyectiles, que se encontrarán seguramente más adelante”, prosigue el arqueólogo. En este momento, el equipo investigador se esfuerza en saber el tamaño de la zanja que se hizo en su momento para alojar cadáveres. “Ese cuerpo —dice señalando uno de los encontrados— se mete debajo de aquel trozo de tierra, por lo que es previsible que sea mucho más grande”, dice.
—“Es curioso que los trajeran aquí y no los tiraran en cualquier cuneta, todavía es más despectivo eso, ¿no?”, pregunta una de las asistentes a la jornada de puertas abiertas.
— “Es un sitio discriminado dentro del cementerio, no es un lugar santo, para entrar tenía hasta otra puerta distinta. Aquí venían a parar los que no estaban bautizados o estas personas, que eran considerados demonios”, responde el arqueólogo.
“La fosa está intacta y los restos bien conservados, lo que va a favorecer el muestreo de ADN”, abunda Cristóbal Alcántara. Y añade: “Se dice que pudieron fusilarlos usando la propia tapia del cementerio, porque están todos con la misma orientación, los cráneos hacia allá y los pies para este lado”.
“Impacta verlo en directo”, dice la delegada de Memoria Democrática de Trebujena, Ana Luisa Robredo. Desde su delegación se ha impulsado la jornada de puertas abiertas para informar sobre el estado de exhumación en la fosa, financiada gracias a una subvención de 18.000 euros de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), aunque el Ayuntamiento asegura que aportará fondos propios si los trabajos quedan incompletos.
“Es importante que las vecinas y vecinos conozcan la historia, para que no se repita”, señala Robredo. “Es un momento histórico importante para el pueblo de Trebujena”, añade. Para ella, “es importante que las nuevas generaciones conozcan la historia”. La jornada se celebra el mismo día que el Gobierno aprueba el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, aunque la delegada pide a otras Administraciones, como la Junta de Andalucía, que no recorte las partidas presupuestarias en esta materia.
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