Los restos de 42 personas desaparecidas de la Guerra Civil, la mayoría gudaris y milicianos que murieron en la defensa de Bilbao en 1937, han sido recuperados en el cementerio de Begoña de Bilbao en la mayor fosa común exhumada en País Vasco hasta la fecha.
En total, han sido localizados restos de 46 personas pero no había documentación alguna acerca de esos 42 desaparecidos. Esta intervención en el cementerio de Begoña se ha realizado en el marco del proyecto Begoñako Argia del Ayuntamiento de Bilbao impulsado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazbal, compareció este miércoles en el Ayuntamiento de Bilbao, junto al alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Agirre, para informar de las exhumaciones realizadas hasta la fecha en el cementerio de Begoña de Bilbao.
Según han explicado, por trabajos de documentación desarrollados para este proyecto, era conocida la existencia en Begoña de restos de personas cuyos fallecimientos se situaban en el contexto de la Guerra Civil. La mayoría se correspondían con enterramientos individualizados y todos aparecían documentados en el registro cementerial.
Artolazabal ha destacado que la aparición de esta fosa es una "noticia muy relevante" para la recuperación de la "memoria democrática" de Euskadi y ha recordado que, en el cementerio de Begoña, han sido localizados y exhumados desde el 4 de diciembre restos humanos de un total de 76 personas que fallecieron por causa de la Guerra Civil pero fue hace unos días cuando llegó "el gran descubrimiento" y sin que se contara con ningún indicio previo sobre su existencia.
La fosa se divide en cuatro partes contiguas
En esa fosa común de la Guerra Civil se han encontrado los restos de hasta 46 individuos y se trata de la mayor hallada en País Vasco desde que en el 2003 el Gobierno Vasco inició el programa de Búsqueda de Víctimas Desaparecidas, en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi. La consejera Beatriz Artolazabal ha subrayado el hecho de que, de los 46 restos localizados, 42 corresponden a "víctimas desaparecidas hasta la fecha".
El enterramiento está dividido en cuatro partes contiguas. La primera y la segunda con dos individuos cada uno, que sí estaban registrados en el cementerio, pero en la tercera zona había otras 17 víctimas y en la cuarta 25 más.
"En total, en esta gran fosa común han aparecido restos humanos de 42 víctimas que no estaban registradas y, por tanto, permanecían desaparecidas hasta la fecha", ha dicho.
Artolazabal ha precisado que, en los trabajos de excavación, se ha recuperado numeroso material, como monedas, objetos personales, botas, hebillas, y un total de cinco chapas identificativas que han dado las primeras pistas para su identificación.
Gudaris y milicianos
Las primeras evidencias materiales encontradas en la fosa apuntan a que se trata de restos de gudaris y milicianos y, según ha añadido, todo indica que murieron en la defensa de Bilbao entre los días 15 y 18 de junio de 1937, probablemente en la batalla de Artxanda. Estos gudaris y milicianos fueron enterrados en Begoña, sin ningún tipo de registro ante la inminente caída de la ciudad.
Artolazabal ha indicado que se trataría de personas de ideologías plurales que participaron en la defensa de Bilbao, que "dieron su vida por defender al gobierno legítimo" y que "luchaban por la libertad, el autogobierno y la democracia".
"Muy probablemente estos jóvenes fallecieron en la batalla de Artxanda. Muy probablemente fueron enviados por el Lehendakari Agirre a frenar a las tropas franquistas a los altos que rodean Bilbao", ha indicado Artolazabal, que ha lamentado que 85 años después la historia de fosas y éxodo de refugiados se repita "en otro rincón de Europa tras la injustificable invasión rusa de Ucrania".
Artolazabal ha precisado que una primera limpieza de las chapas identificativas halladas en la fosa apunta a qué batallones podrían pertenecer los fallecidos y, en concreto, ha avanzado que pueden ser gudaris del Batallón San Andrés, unidad de Eusko Gudarostea vinculada al sindicato nacionalista Solidaridad de Trabajadores Vascos; milicianos del Batallón Jean Jaurés, vinculado a Unión General de Trabajadores; y también se cree que puede haber milicianos anarquistas.
Colaboración para identificar a las personas
La consejera ha detallado cómo se desarrolla el proceso de identificación de los restos, que comienza con la toma de muestras y análisis genético de los restos exhumados y el cotejo con las muestras del Banco de AND de Gogora.
No obstante, con el objetivo de aumentar la posibilidad de poder identificar a estas personas, ha hecho un llamamiento a las familias que tengan indicios de que su familiar pudo morir en la defensa de Bilbao, a que se pongan en contacto con Gogora y, en el caso de que proceda, a donar su muestra de AND.
"Toda colaboración va a ser bienvenida para tratar de identificar a estas personas que, han permanecido bajo tierra durante demasiados años, sin que sus familiares supieran su localización. En el Gobierno Vasco mantenemos firme nuestro compromiso de restituir la dignidad de las víctimas de la Guerra civil y de la dictadura franquista", ha dicho.
Por último, ha subrayado que en la medida de lo posible, seguirán buscando y tratando de identificar a todas las víctimas desaparecidas para que puedan ser devueltos a sus familias.
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