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Andalucía continúa mirando al cielo gris que le acompaña desde hace más de diez días. Primero llegó Jane, luego Konrad y, desde este lunes, Laurence. Las lluvias marcan la metereología de esta comunidad autónoma que sigue azotada por el temporal. 

La población empieza a estar cansada de tener que cargar con el paraguas y se pregunta, hasta cuándo durará esta sucesión de borrascas que parecen no tener fin. Según las previsiones de Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el frente lluvioso mantendrá su influencia en la región al menos hasta el próximo fin de semana.

De cara a los próximos días, el mapa proporcionado por la Aemet indica que las lluvias irán remitiendo de forma gradual, aunque no desaparecerán por completo. A partir del domingo 23 de marzo, se espera una transición hacia un tiempo más estable, con cielos nubosos pero con menor probabilidad de precipitaciones intensas.  A pesar de ello, la Aemet advierte de que no se puede descartar la llegada de nuevos frentes atlánticos en las próximas semanas. Durante la semana, es posible que haya ciertas treguas en función de los municipios, pero la tónica general será de cielos grises.

Así, las precipitaciones, que han sido especialmente intensas en las provincias de Cádiz, Málaga y Sevilla, podrían persistir durante los próximos días. Ya este domingo se está notando la llegada de Laurence con lluvias mañaneras y suelos mojados desde la madrugada.

Alertas amarillas e inundaciones

Expertos en climatología han señalado que este fenómeno responde a un patrón atmosférico típico del otoño, aunque con una intensidad inusual para esta época del año. En los últimos días se han registrado acumulaciones de agua que, en algunas zonas han llegado a superar los 100 litros por metro cuadrado en apenas 24 horas. Esto ha provocado inundaciones localizadas, restricciones en el tráfico y dificultades en la agricultura. Además, las autoridades han emitido alertas amarillas y naranjas en varias provincias, recomendando precaución especialmente en áreas cercanas a ríos y ramblas.

A pesar de que las lluvias son bienvenidas en una comunidad que sufre sequías recurrentes, su intensidad ha generado preocupación. Las autoridades están pendientes de los fenómenos meteorológicos tras unos días de gran inestabilidad con crecidas de ríos e incluso desalojos.

Los embalses andaluces, que se encontraban en niveles críticos tras un verano especialmente seco, han comenzado a recuperarse, pero el exceso de agua también ha causado daños en cultivos y infraestructuras. 

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Patricia Merello Guzmán

P. Merello

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