El horror ocurrido el pasado fin de semana en la valla de Melilla, que dejó al menos 37 personas fallecidas y numerosas heridas, constata, una vez más, la sinrazón de la existencia de las fronteras. El mundo quedó consternado tras ver las imágenes de hacinamiento y dolor de personas que únicamente buscaban una vida mejor.
Las redes han sido un campo de batalla desde entonces, entre los que defienden los derechos humanos y denuncian los hechos, y los que todavía sostienen unos postulados racistas y xenófobos, propios del fascismo más casposo. Varias ONG de ayuda a personas migrantes han exigido ya a las autoridades españolas y marroquíes una investigación de lo sucedido. Del mismo modo, han reclamado vías legales y seguras para las personas que buscan migrar desde sus países y llegar a Europa, así como han pedido que "no se devuelva" a quienes sí lograron cruzar la frontera en la ciudad autónoma.
Así, este domingo, la Hermandad del Carmen de Omnium Sanctorum, ubicada en la calle Feria de Sevilla, ha dejado clara su postura frente a los que todavía señalan a quienes intentan buscar un futuro mejor poniendo su vida en juego, y en el peor de los casos, perdiéndola en el intento. "Por más que te cuenten, no son “invasores”, solo son seres humanos que buscan llegar a Europa huyendo de guerras activas y hambrunas. Como Cristo nos enseñó, debemos estar siempre al lado del que sufre. Siempre", rezaba el mensaje compartido en su perfil de Twitter.
Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, elogiaba el pasado viernes la colaboración de Marruecos para intentar frenar el asalto "violento y organizado" contra la valla fronteriza de Melilla y se ha solidarizado con la ciudad autónoma y con los efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad heridos. Las imágenes de violencia policial aporreando a personas heridas en el suelo, dejaba entrever cuál fue su papel durante el suceso donde perdieron la vida casi 40 personas.