El pasado 26 de febrero, SOS Desaparecidos lanzaba una alerta de búsqueda para intentar dar con el paradero de Eduardo Jiménez Rolando, un hombre de 64 años al que se le perdió la pista en Málaga.
Como ocurre en todas desapariciones, sus familiares y amistades comenzaron a movilizarse junto a la colaboración ciudadana. Y en la búsqueda de Eduardo llegó la trágica sorpresa de este caso.
Uno de sus familiares fue a preguntar al centro de salud al que acudía normalmente para saber si había estado recientemente o había sido derivado a algún hospital tras llegar con algún problema.
Cuando los profesionales sanitarios consultaron la base de datos para intentar aportar algún dato, descubrieron un desconcertante hallazgo: el expediente de Eduardo no estaba, ya que había sido dado de baja al haber fallecido.
Eduardo había sido incluso enterrado sin haberse notificado nada a una familia que ha mostrado su indignación ante lo sucedido y que está tratando de averiguar las causas de la muerte de este vecino de Málaga.