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La historia de la destilería más legendaria de Japón que solo trabaja con botas de Jerez

En 2020, una botella de Karuizawa de 52 años se convirtió en la botella de whisky japonés más cara de la historia, siendo subastada en Sotheby’s por 363.000 libras esterlinas

La nueva Karuizawa solo va a trabajar con barricas de Jerez, para garantizar la máxima calidad de sus nuevos whiskies.
La nueva Karuizawa solo va a trabajar con barricas de Jerez, para garantizar la máxima calidad de sus nuevos whiskies.
15 de mayo de 2024 a las 12:47h

La destilería de whisky Karuizawa cerró sus puertas en 2000. Sin embargo, después de reabrir recientemente, la leyenda sigue viva, y Braeburn Whisky ha sido seleccionada para introducir algunas de sus más exclusivas barricas de Jerez en el mercado.

La destilería de Karuizawa se fundó en 1955 a los pies de un volcán activo: el monte Asama (Japón). Su emplazamiento destacaba por ser la destilería más alta de Japón, ubicada a 850 metros sobre el nivel del mar. A pesar de ser el productor de whisky más pequeño del país, Karuizawa gozaba de una reputación mundial por producir whiskies de malta de primera clase.

Karuizawa dejó de producir whisky en 2000 y desde entonces se la conoce como la destilería "silenciosa". A medida que en los últimos años ha crecido el interés mundial por el whisky japonés, la demanda de existencias de la destilería cerrada de Karuizawa ha aumentado espectacularmente, con botellas que se venden a precios récord en casas de subastas de todo el mundo.

Tanto es así que en 2020, una botella de Karuizawa de 52 años se convirtió en la botella de whisky japonés más cara de la historia, alcanzando el precio de 363.000 libras esterlinas en una subasta de Sotheby's.

Ahora, 24 años después de su cierre, Karuizawa Whisky está de vuelta bajo la dirección de Shigeru Totsuka, contando para su relanzamiento con algunos de los miembros del equipo de destilación original. Así, contrató como asesor al antiguo maestro destilador de Karuizawa, Osami Uchibori, quien ha fallecido recientemente; y a su discípulo, el destilador Yoshiyuki Nakazato, como maestro destilador.

A diferencia de la antigua destilería de Karuizawa, que estaba situada en la ciudad vecina de Miyota, la nueva destilería, construida en 2022, se encuentra en el propio municipio de Karuizawa, conocida por sus impresionantes vistas al monte Asama y a los frondosos bosques que rodean la zona. De hecho, sus instalaciones se encuentran a los pies del volcán, y el agua fluye junto a ella a través de la roca de lava volcánica que rodea la destilería, lo que le confiere una calidad de agua única.

Totsuka y su equipo son conscientes del rico legado que conlleva el nombre de la destilería, y están comprometidos con su preservación y el mantenimiento de su leyenda. Por este motivo, han optado por utilizar únicamente barricas envinadas en Jerez de la máxima calidad, y cada una de ellas tiene un requisito mínimo de envejecimiento de 10 años, lo que garantiza que cuando las botellas de Karuizawa single malt lleguen finalmente al mercado, serán del más alto nivel.

Por otra parte, respetando la costumbre de la antigua destilería, que en su momento fue la más pequeña de Japón, Karuizawa Whisky sólo llena un número muy limitado de barricas cada año, con un claro énfasis en la calidad por encima de la cantidad.

Algunas de esas pocas barricas van a ser comercializadas entre coleccionistas y amantes de los mejores whiskies japoneses, y la empresa elegida para hacerlo ha sido Braeburn Whisky, cuya sede en Edimburgo y que también tiene oficinas en Estados Unidos y Asia.

Braeburn Whisky se especializa en la venta de barricas de whisky escocés a inversionistas. Con un acceso incomparable a las mejores destilerías de Escocia combinado con un análisis de mercado basado en datos, Braeburn Whisky ofrece a los clientes privados y corporativos la oportunidad de crear carteras de barriles de whisky que generen un fuerte crecimiento del capital.

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F. J.J.

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