Los trabajadores de la planta de Amazon en Dos Hermanas siguen en pie de guerra. La huelga iniciada hace una semana sigue activa porque, hasta el momento, la multinacional no da su brazo a torcer ni quiere negociar. Hay un hilo de esperanza porque la empresa ha pedido una reunión para este viernes y algunos trabajadores lo interpretan como una buena señal, pero en CCOO no lo tienen tan claro.
"Desde el sindicato creemos que va a haber una amenaza en la reunión, aunque los trabajadores son optimistas porque esperan que se pueda negociar algo", explica a este periódico Francisco José González, responsable a nivel provincial de la Secretaría de Negociación Colectiva. Cabe recordar que CCOO presentó la pasada semana una denuncia ante inspección de trabajo con acusaciones por las coacciones recibidas.
Las cosas no han avanzado nada desde entonces. La huelga es indefinida y los trabajadores se organizan y paran para hacer presión de manera aleatoria. Son conscientes de que esto hace daño a nivel logístico, pero consideran que es el único modo de recuperar lo que han perdido de manera inesperada.
"Este centro empezó a funcionar hace cinco años y necesitaban de repente unos 800 trabajadores en la provincia. Dijeron que cobrarían por encima de convenio y por eso muchos abandonaron las plataformas de ligísticas en las que estaban. En estos cinco años se ha producido hay un arraigo importante a este centro de trabajo", denuncia.
A partir de lo anterior, abunda Francisco José González, "después de este tiempo, cuando está consolidada la plantilla, la subida de convenio se quita unilateralmente y los trabajadores están perdiendo un nivel adquisitivo, unos 580 anuales por trabajador. Si lo miramos en términos generales, en los 1.900 trabajadores fijos, esto es calderilla para una empresa como Amazon. Sin embargo, para estos trabajadores supone mucho. Perder eso al año es mucho por cómo ha subido la inflación".
La comidilla en la plantilla de Dos Hermanas es que los compañeros del centro logístico de Murcia, que ha cumplido un año en funcionamiento, verán también recortados esos ingresos con los que la empresa capta a los empleados en un primer momento. "El logo muestra una sonrisa pero al final lo que muestra es precariedad", lamenta el representante sindical.
Los parones en el trabajo están provocando bastantes incidencias en las entregas. La versión que traslada la empresa a sus clientes es que se ha intentado entregar el paquete, pero que no ha sido posible. La realidad es que ni siquiera han llegado a salir del centro de trabajo en algunos casos. "Si no hay una solución este año quizá los Reyes Magos no van a venir, pero es que no se puede engañar así a los trabajadores", sentencia González.
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