El 7 de septiembre de 2015 fallecía José María Ruiz-Mateos en el hospital de El Puerto de Santa María. El empresario roteño fue un personaje de lo más singular, acaparando infinidad de portadas.
Tras sufrir la expropiación de Rumasa, protagonizó momentos sonados como su agresión al ministro Boyer al grito de "¡que te pego, leche" o sus particulares puestas en escena –vestido de Superman y con otros disfraces– para pedir justicia.
Hasta anuncios de televisión llegó a grabar. Una parte de su vida fue televisada, pero hubo otra más oculta sobre la que se ha hablado en el programa Y ahora Sonsoles. Según Jesús Urdiciáin, persona de confianza de Ruiz-Mateos, el empresario se sentía abandonado y solo. Incluso antes de morir pidió por escrito ayuda porque su familia no le hacía caso.
"Un día fui a Aravaca y me encuentro a la familia jugando a las cartas y a él tirado en el suelo", ha comentado Urdiciáin, que también ha contado que un día incluso llegó a perderse. "Los vecinos se lo encontraron abrazado a un árbol".
Comentarios (1)