Las hermanas Sarmiento, Ana y María, apenas pueden mirar. No soportan la idea de estar viendo los huesos de su padre en una fosa común en la que hay, al menos, 67 cuerpos, según los datos recopilados por el equipo científico contratado por la Diputación de Cádiz durante los trabajos realizados en las fosas del antiguo cementerio de Benamahoma. Ahí se encuentran los restos del padre de estas dos mujeres, octogenarias, que no quieren mirar al trozo de tierra en el que arqueólogos se afanan para aflorar los restos de represaliados durante la Guerra Civil y el franquismo.
“¿Qué oíamos en casa? Nada. Antes no se escuchaba nada, éramos chicas y mientras crecimos, qué nos iba a contar”, dicen las hermanas Sarmiento, que tenían seis meses y dos años cuando su padre fue ejecutado, al que nunca llegaron a verle la cara. “A nuestro padre se lo trajeron de El Bosque junto a otras cinco o seis personas; Nuestra madre se quedó sola y sólo con sus manos para sacarnos adelante, ni había pagas de viudedad ni nada”, cuentan. "Cuando fuimos mayorcitas, ella (su madre) no quería que viniéramos aquí. No sabíamos por qué, hasta que cuando teníamos doce o trece años empezamos a conocer cosas", recuerda Ana.
En la fosa de Benamahoma, precisamente, se encuentra el periodista Juan Miguel Baquero (Isla Mayor, 1973), especializado en memoria histórica, cuando habla con lavozdelsur.es. La historia de Ana y María la recoge Baquero en el anuario 2016-2017 de intervenciones en fosas comunes del franquismo en Andalucía, llamado Las huellas en la tierra y editado por la Junta, que hizo lo propio un año antes con el correspondiente a 2015, titulado Que fuera mi tierra, que fue Premio Chaves Nogales al mejor libro periodístico del año 2016.
Pero el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos ha decidido no apostar más por este proyecto periodístico y memoralista, como anunció el propio Baquero en redes sociales. “Queda pendiente de publicar todo el trabajo que acumulo desde 2018: historias de vida de familias de represaliados, informes científicos, fotografías de las víctimas y las intervenciones arqueológicas”, explica el periodista, quien anuncia, en declaraciones a lavozdelsur.es, que le ofrecerá el proyecto a otras administraciones e, incluso, que piensa poner en marcha una campaña de micromecenazgo para financiar su publicación.
Cuando me comunicaron la negativa, no oculto que me dio rabia por lo que significa, porque he visto la acogida que ha tenido en familiares de represaliados"
¿Por qué la Junta no editará más el anuario? “La función que cumple este anuario, que es la documentación de fosas, ya se realiza por el personal de la Consejería y se publican en la página web”, le explican a Baquero, algo que señala que es “falso”, ya que “no hay ningún funcionario haciendo ese trabajo”. La “prioridad” de la Junta, según le trasladaron a Baquero, es “la exhumación de fosas y la identificación genética, porque es lo que nos están reclamando los familiares que buscan a sus seres queridos”, aunque el periodista señala que el Gobierno de PP y Ciudadanos “no ha puesto ni un euro para abrir nuevas fosas”.
“El anuario correspondiente a 2016-17 se publicó en el verano de 2018, por lo que el referido a 2018-19 correspondería publicarlo a mediados de 2020. Es imposible publicarlo antes porque hay que esperar la finalización del año natural en curso, 2019”, explican desde la Consejería de Cultura a El Salto para justificar su negativa a editar el trabajo de Baquero, que tenía un compromiso verbal con la extinta Dirección General de Memoria Democrática.
¿Qué motivos le dio la Junta para no editar más el anuario de fosas?
No me han dado ningún argumento. Es un trabajo que vengo haciendo desde 2015, cuando salió el primer anuario, publicado en 2016. La idea era ir editándolo cada año. A principios de año le expuse el proyecto a la Junta y fueron dilatando la respuesta, hasta que la Consejería de Cultura me dijo que no puede asumir el anuario de fosas. Es una falsedad que tienen personal de la Consejería trabajando en la documentación de estos trabajos. No hay funcionarios públicos cubriendo esto.
¿Qué tienes pensado hacer para publicar la información que ha ido recabando estos meses?
Primero intentaré que alguna Administración rescate el proyecto, para que siga siendo como hasta ahora: que la primera edición sea repartida entre familiares de las víctimas y que esté disponible en descarga libre. Si no fuera posible apostaré por el micromecenazgo, porque la respuesta —en redes sociales— ha sido abrumadora.
¿Eso le da ánimos para seguir?
Pues sí. Cuando me comunicaron la negativa, no oculto que me dio rabia por lo que significa, porque he visto la acogida que ha tenido en familiares de represaliados. Sé que es el trabajo mas importante que voy a hacer en mi vida. El hecho de que un viejito o una viejita que ha perdido a sus padres tengan el libro guardado en su casa, lo compensa todo.
El periodista Juan Miguel Baquero, en una imagen de archivo.
¿Cree que la intención de la Junta es ir ahogando la Ley de Memoria Histórica?
Hasta ahora no se ha movido un euro. Las intervenciones en fosas durante 2019 proceden de partidas de la legislatura anterior, no hay ningún proceso nuevo. Tampoco se han activado la subvenciones de memoria. La intención de la derecha siempre ha sido oponerse a esta obligatoriedad de resarcir nuestro pasado mas trágico. El soporte de la memoria histórica siempre ha estado en las víctimas.
¿Se siente una víctima de las exigencias de Vox al Gobierno andaluz?
No. En este caso, lo considero una victoria, en el sentido de que alguien como yo, un periodista autónomo, ha conseguido que una institución me conteste y me diga que no. Pero la gente quiere que continuemos.
¿Qué piensa cuando escucha eso de que son “buscadores de huesos”?
Reparar crímenes contra la humanidad no es venganza, es justicia y es verdad. Se ha hecho en la mayoría de países del mundo. La derecha sigue instalada en este intento de ocultamiento, cosa que en Alemania sería impensable e incluso ilegal. Ten en cuenta que la recuperación de la memoria es más o menos joven. Hasta 2000 no hubo la primera exhumación en una fosa común del franquismo.
Su propio bisabuelo fue fusilado por el franquismo, ¿cómo se enteró de su historia?
Tengo la suerte de que en mi casa siempre se ha hablado del abuelo, se mantuvo su memoria, ya que se hablaba abiertamente de él. De hecho, tengo objetos personales suyos. Cuando conocí la historia completa sería adolescente. Se hablaba de él en la intimidad familiar y entendí que es algo que le ha podido tocar a cualquier familia. La mayoría de familias tienen represaliados. En Andalucía hay 50.000 víctimas, un tercio de las de todo el Estado. Una pedagogía del terror que supera a la de dictaduras como la argentina o la chilena. No contar esto antes ha sido un error de bulto.
La intención de la derecha siempre ha sido oponerse a esta obligatoriedad de resarcir nuestro pasado mas trágico"
¿Es por eso por lo que decide investigar fosas comunes?
Es una sensibilidad que tenía abierta, ese campo ya estaba arado (ríe). Pero luego fue algo que vino solo, después de hacer reportajes, conocer historias y de llorar más de una vez, sentí una deuda con los protagonistas de estas historias. Cuando publicaba un reportaje, lo que me devolvían era tan grande que acababa pensando que tenía que hacer más. Me vi atrapado. Es un trabajo duro, en el que se ven casos de violencia extrema, pero ver a un familiar con el libro ya compensa cualquier sufrimiento.
Juan Miguel Baquero se considera un “jornalero” de la comunicación. Este periodista autónomo lleva años recorriendo las fosas comunes de toda Andalucía en busca de historias que luego publica en los citados anuarios, o en reportajes en eldiario.es, medio con el que colabora desde hace años. “Es un trabajo complejo y duro”, confiesa, “más de una vez piensas en tirar la toalla”. Pero continúa porque "me dedico a la profesión que amo y a lo que sé hacer”. Él, dice, sigue creyendo en que “el periodismo es el mejor oficio del mundo”, como dejó dicho Gabriel García Márquez. “Me siento afortunado dentro de mi precariedad”, sostiene Baquero, que lanzó a principios de 2019 el libro El país de la desmemoria (Roca Editorial). Su próximo trabajo seguro que no tarda mucho en ver la luz.
Los anuarios de fosas de Juan Miguel Baquero, editados por la Junta de Andalucía, se pueden leer pinchando en este enlace (2015) y en este otro (2016-17).
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