El 20 de diciembre de 2016 la granadina Juana Rivas, víctima de violencia de género a la que en aquel entonces el Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada había ordenado la "inmediata restitución" de sus dos hijos a Italia con su padre, Francesco Arcuri, condenado en 2009 por maltratarla, recurría la decisión judicial con la esperanza de que un equipo especializado reconociese a los menores y valorase de nuevo esta situación.
Así comenzaba el mediático caso Juana Rivas, por el que incluso fue condenada e ingresó en prisión por "sustracción de menores". Una pesadilla antes de Navidad que parece condenada a repetirse cada solsticio de invierno.
Un año después de arrancar las sentencias judiciales, el 20 de diciembre de 2017, Rivas se mostraba "muy afectada" después de que el Tribunal de Cagliari (Italia) le hubiese autorizado a pasar la Navidad con sus dos hijos en Cerdeña y no en España, como ella había solicitado. Acabó pasando la Nochevieja en Italia y recurriendo las acusaciones por sustracción de menores. Acusaciones que finalmente la llevarían a la cárcel y a solicitar un indulto (258.000 firmas respaldarían esta petición al Gobierno).
Cinco años de prisión y pérdida de la custodia de sus hijos
Antes, en diciembre de 2018, la Audiencia de Granada acordaba no admitir la nueva prueba documental que la defensa de Juana Rivas propuso en su recurso contra la sentencia que la condenaba a cinco años de prisión por sustracción de menores, donde pedía que se incluyeran en las actuaciones una serie de párrafos del informe pericial realizado en el procedimiento que se seguía en Italia para decidir sobre la custodia de sus dos hijos.
Aunque la madre de Maracena había solicitado, un año más, al tribunal trasladar a los niños a España para que pasaran la Navidad junto a su familia, "el juez no se ha pronunciado", por lo que están pasando estos días en Cagliari, tratando de "disfrutar todo lo posible a pesar de las difíciles circunstancias", según precisaba entonces su abogada en Italia, María Eugenia Álvarez.
El 18 de noviembre de 2021, tras años de calvario, tras permanecer en paradero desconocido con los niños —algo que posteriormente reconoció que fue "un error"— era indultada por el Gobierno y recuperaba la patria potestad de sus hijos. A primeros de diciembre, la Justicia italiana, que nunca quiso abordar los malos tratos, que siempre fue por la vía civil en un caso "especial", permitía al fin que los hijos pasaran la Navidad en España con su madre. ¿Acaba la pesadilla? No.
Este pasado lunes Juana Rivas y su hijo Gabriel, ahora mayor de edad, denunciaban este pasado lunes en un juzgado malagueño a Francesco Arcuri, expareja de Rivas y padre de Gabriel, por dos presuntos delitos de coacción a testigo y de amenazas ocurridos en Italia hace unos días.
Una orden de protección para Rivas y sus hijos
Ante ello, han solicitado una orden de protección para Rivas y sus hijos, así como la suspensión de guarda y custodia exclusiva del hijo menor en favor de la madre. La denuncia interpuesta señala que Arcuri habría amenazado al pequeño de los niños para que testificase contra la madre y su hermano, pocos días antes de la declaración del menor, durante el juicio sobre su custodia.
Según se precisa, "el menor relata a su hermano mayor que el denunciado profirió múltiples amenazas y frases intimidatorias con la intención de que el testimonio del menor se ajustara a sus indicaciones".
"Ante esta situación, el menor se vio obligado a mentir en la citada declaración judicial incluso respecto a circunstancias absolutamente constatables: por ejemplo, dijo que no tenía línea de teléfono, cuando dispone de su propio terminal, que ha traído a España, pudiendo comprobarse fácilmente que es el utilizado habitualmente y en exclusiva por el menor", expone la acusación.
La denuncia se ha producido después de que Rivas y su hijo mayor se reunieran con el menor, que ha viajado a España asistido por el servicio de acompañamiento de menores de una aerolínea, una vez que la justicia italiana concedió el permiso para que el niño pudiese estar con su madre y su hermano. Los abogados de la granadina argumentan que han recibido "mensajes intimidatorios" por parte del padre porque les comunicó que él mismo estaba "en España, en Granada y alrededores".
Algo que para los letrados ponen a su defensa en una situación de "inquietud y extrañeza" por el hecho de que Arcuri "haya permitido que el hijo viaje solo, y después decida venir a pasar unas fechas tan señaladas a un país en el que no tiene familiares ni amigos". Ante ello, los denunciantes, en compañía del menor, han decidido abandonar su domicilio habitual y marcharse a casa de unos conocidos".
En concreto, los abogados aseguran que Arcuri le comunicó a Rivas que ya había visto que habían "saboteado" el teléfono del niño y le advirtió que "si se manifiestan episodios de maltrato psicológico contra él, intervendré inmediatamente". Por todo ello, la defensa ha denunciado al padre de los niños por los presuntos delitos de intimidación o violencia para influir a un testigo en un procedimiento penal, de amenazas y de coacción. También ha presentado una segunda querella por otro presunto delito de violencia de género.
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