El juicio en Tailandia por el asesinato de Edwin Arrieta, a manos de Daniel Sancho, hijo del conocido actor Rodolfo Sancho, ha comenzado este martes con varios sobresaltos.
El caso es mediático tanto en España como en Colombia y en la propia Tailandia, por lo que hay multitud de medios internacionales en los alrededores de la sala donde hoy han comenzado las primeras vistas.
De un lado, la defensa de Sancho, chef español, tratará de imponer su versión, consistente en que se trató de un homicidio imprudente, en una pelea entre ambos, derivados del presunto chantaje que Arrieta mantenía hacia Sancho para no desvelar al entorno su relación.
De otro lado, la acusación, los familiares de Arrieta, piden cadena perpetua, alegando no solo la intencionalidad en la muerte del cirujano colombiano, agravándose por el intento de Sancho de deshacerse del cuerpo.
Uno de los abogados de Sancho, Marcos García-Montes, ha atendido a Catalunya Radio desde Tailandia. Sobre esta primera sesión, ha indicado que "ha ido bien", y que todo gira en torno a la idea de que se declare homicidio imprudente, "veremos si grave o no".
La sesión, más allá de la presión mediática, ha contado con un aplazamiento de unos minutos cuando en el juzgado se ha detectado que al menos una persona habría intentado grabar las primeras declaraciones, algo por lo que ha sido expulsado del recinto.
En el peor de los casos, Sancho se podría enfrentar a la pena capital, un extremo que su defensa tratará de evitar.
En una entrevista concedida a HBO Max, Rodolfo Sancho ha explicado que mantiene "la ilusión de que lo declaren no culpable": "El concepto de cadena perpetua lo tengo eliminado de la cabeza".
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