Sin ser consciente de ello, la idea de José Luis Sanz de cerrar la Plaza de España y cobrar una entrada a sus visitantes ha sido un balón de oxígeno para toda la oposición andaluza. Cuando parecía un debate prácticamente olvidado, entre otras cosas porque la Junta de Andalucía lo había rechazado en numerosas ocasiones, ha vuelto a la primera línea la discusión sobre la tasa turística.
La iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla ha contado con un rechazo prácticamente unánime a pesar de la insistencia de Sanz. El alcalde de la capital hispalense defiende la propuesta por el coste que supone el mantenimiento del conjunto monumental de uno de los lugares más visitados de toda Sevilla. El lunes el propio Sanz publicó un vídeo en sus redes mostrando la actividad que albergaba la Plaza de España, con especial foco en los espectáculos urbanos y los manteros. También en los desperfectos que se podían encontrar. Los cálculos del Consistorio señalan que se podrían recaudar unos 10 millones de euros, que irían destinados a restaurar la plaza y a instalar seguridad durante las 24 horas del día.
Hasta el momento se había pronunciado el Gobierno de España, que a través de la Consejería de Hacienda es titular del edificio. Allí hay numerosas oficinas de la administración general del Estado. Precisamente, la sevillana María Jesús Montero fue la encargada de mostrar el rechazo del Ejecutivo central. Además, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, vicepresidente del Congreso, garantizó el acceso a la plaza a través de las entradas traseras del edificio monumental que en 1929 viera la luz gracias al arquitecto Aníbal González para la Exposición Universal de dicho año.
La Junta de Andalucía ha mantenido un perfil bajo. Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Ramón Fernández-Pacheco, ha tenido que responder a las cuestiones de los periodistas tras el Consejo de Gobierno celebrado en San Telmo. Como no podía ser de otra forma, la polémica sobre la Plaza de España ha estado presente.
A primera hora de la mañana, Adelante Andalucía hacía público que la Junta de Andalucía aún no había manifestado ningún posicionamiento sobre la proposición de ley que los andalucistas registraron en el Parlamento hace algunas semanas para implantar una tasa turística. El tema inquieta a la formación, que intuye que no hay un posicionamiento claro dentro del equipo de Juanma Moreno.
No es la primera vez que Adelante pone este tema sobre la mesa. En la negociación de los presupuestos presentó una enmienda con esta tasa turística que no fue aceptada. La formación se basa en que otras comunidades españolas y ciudades europeas ya cuentan con ella y, además, que con unos cálculos "conservadores" se recaudarían unos 180 millones de euros para hacer frente a los efectos nocivos del turismo. Alcaldes del PP como Paco de la Torre ya se ha mostrado partidario alguna vez.
Fernández-Pacheco no ha señalado cambios en la postura del Gobierno andaluz, aunque ha entrado en contradicciones al defender la iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla. La Junta mantiene que en su ADN está "la fiscalidad baja". "Cuando abordamos la tasa turística tenemos que tener en cuenta la opinión del Gobierno andaluz, lo que piensen los Ayuntamientos y lo que piense el sector del turismo. No vamos a imponer una tasa en contra de lo que entendemos que significa el atractivo para los turistas, inversores y empresarios locales sólo porque el Gobierno de España quiere reavivar un debate".
Sin embargo, la posición sobre la Plaza de España ha sido mucho más ambigua por ser un tema "municipal". La Junta aquí no pone problemas a lo que sería un aumento de la fiscalidad y cree necesario un acuerdo entre el Ayuntamiento y el Gobierno para cobrar entrada y financiar el desgaste del monumento porque "no es una plaza cualquiera". "El alcalde ha hecho una propuesta, es consciente que hay que consensuar. Lo ideal sería hablarla para conservar esa maravilla que tenemos en Andalucía".
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