“Estoy quieta, pero estoy haciendo algo para que en el futuro pueda mirar atrás sin arrepentimiento, sin vergüenza”. “Ni en los pensamientos más descabellados de mi mente logré imaginar que Dios podía tener esa forma de darme un nuevo comienzo”. Son testimonios de mujeres supervivientes de violencia machista. Sensaciones que comparten Karen, Laura, Justine, Alicia, Karol y otras anónimas en un proyecto que usa la fotografía para avivar la esperanza. Los Claustros de Santo Domingo, en Jerez, se han llenado de collages de fotos realizadas por estas 15 mujeres, de entre 25 y 35 años, que se han puesto sus Lentes de vida.
Capturan momentos, lluvia, naturaleza, rincones de su alrededor. Una de ellas refleja un huerto, otra apunta con su cámara a la biblioteca donde pasa mucho tiempo; otra, a un peluche que evoca esa infancia que nunca ha tenido y otra, a un niño que le recuerda a su hijo, al que no puede ver porque está en otro país.
Hasta el domingo 10 de noviembre se puede visitar esta muestra que plasma el trabajo de estas mujeres procedentes de Marruecos, Nigeria, Colombia, Paraguay, Nicaragua o Camerún. Todas ellas han sufrido violencia machista, trata o agresiones por parte de sus exparejas. Como expresa Justine, han pasado por “cosas indescriptiblemente difíciles” que ahora quedan en un segundo plano gracias a esta iniciativa.
Las participantes han disparado con cámaras analógicas en los talleres creativos a los que han asistido en distintas casas de acogida de Andalucía. Lugares donde han contado con un equipo multidisciplinar que se ha volcado en ayudarlas a que continúen caminando.
“Lentes de vida es un canto a la vida, un canto a los derechos humanos, como es el derecho a la vida, a la dignidad, a la igualdad de mujeres y niñas”, expresa Fina Benítez Duarte, abogada y coordinadora de Aperfosa en Cádiz. Esta ONG cristiana dedicada al desarrollo integral de personas vulnerables que se encuentran en una situación de riesgo o exclusión social es la que gestiona las casas de acogida donde ellas han convivido durante un año.
Como dice Fina delante de los paneles, las supervivientes se han “levantado” de la mano de José Juan Luque Aranda, fotógrafo, periodista y educador social. Él ha sido quien ha estado en contacto con ellas en el taller que él mismo propuso a la ONG. Cada viernes por la tarde se encontraban con este cordobés de 40 años al que se le ocurrió fusionar dos de sus pasiones, la fotografía y el trabajo social, sector en el que había trabajado en el ámbito de la prostitución.
“Desde el primer momento la idea es que el proyecto fuese de ellas. Quería que cuando miraran el cuadrante semanal y viesen Lentes de vida, lo tomaran como algo propio y no de alguien de fuera que viene a darles un taller”, explica José Juan a lavozdelsur.es.
El fotógrafo buscaba que fueran ellas las que tomaran todas las decisiones. “Son mujeres que en su vida prácticamente nunca han tomado una decisión y aquí las toman todas ellas. Se sorprendían de que pudieran elegir todo, el tipo de carrete, cuántas fotos entregar. Si una semana no hacían fotos, no pasaba nada, ellas marcaban el ritmo”, comenta.
"Nunca tomé una decisión por mí misma"
Damaris, una de las participantes, refleja este sentir. “Nunca tomé una decisión por mí misma. A mí me criaron diciéndome que yo era ciega, sorda y muda; tenía que representarme feliz cuando no lo era”. Palabras que el cordobés que recogió durante el taller y que facilita a este medio. Damaris dice que se deshizo del álbum de fotos que tenía de niña porque “ahora quiero tener fotos que signifiquen algo para mí, no tener que representar algo que los demás quieren”.
Durante la experiencia, las mujeres usaban cámaras analógicas, con carretes, que les limitaban el número de fotos. Nada de móviles. “Así tenían que pensar lo que querían fotografiar, y no tirar por tirar”, expresa. La propia Damarias reconoce que “con el móvil la verdad es que casi no pensaba, pero con estas cámaras, sí. A veces entregaba hasta dos carretes”.
Una vez que tomaban las fotografías, las entregaban a José Juan, que las revelaba y las presentaba en un proyector con el fin de que, cada una, realizara una exposición sobre sus imágenes. Análisis “muy profundos” que calaban en las demás.
“Una de las partes más importantes es que ellas se escuchaban, hablaban de sus vidas y esto generó muchísima empatía entre ellas en una casa donde a veces no es fácil la convivencia”, explica Jose Juan, que destaca que este proyecto ha sido transformador para ellas y que ha revertido positivamente en el crecimiento personal.
“Ha supuesto una mejora de autoestima, de confianza, de empatía, de sentirse valorada. También les ha servido para explorar su propia identidad. Para algunas ha sido un proceso muy terapéutico, en la casa no están por gusto, están porque han vivido una situación dramática, y la fotografía les ha acompañado”, sostiene.
"El taller ha mejorado su autoestima y confianza"
Las supervivientes han podido expresar con fotos lo que les resulta más difícil contar con palabras. Un desahogo que se percibe en esta exposición inaugurada este miércoles 6 de noviembre. Desde la muestra, Fina Benítez comenta que de este proyecto “salió esperanza, salió empoderamiento y salieron lágrimas”.
“En cada una de estas fotos se desnuda una mujer”, dice en el sentido figurado. “Han decidido mostrar resiliencia, esperanza y ser un ejemplo para otras mujeres. Ellas tienen la virtud de ser mujeres resilientes y supervivientes y sus fotos reflejan las ganas de seguir para adelante con sus hijos, el tener un trabajo, el tener un camino que recorrer. También ellas son la voz de las que ya la tienen silenciadas”, comenta.
El proyecto Lentes de vida pronto quedará recogido en un catálogo y en un libro que convierte a estas mujeres en protagonistas. Ya han dejado sus huellas en esta exposición enmarcada en el programa de actividades que el Ayuntamiento de Jerez ha preparado con motivo del 25N. La teniente de alcaldesa de Igualdad y Diversidad, Susana Sánchez, también ha visitado la muestra que busca sensibilizar sobre la lucha contra la violencia de género.
Sánchez ha querido felicitar el trabajo realizado por parte de Aperfosa y el educador social José Juan Luque. “Es un logro conseguir que una mujer después de ser víctima salga y sea capaz de levantarse y de volver a resurgir y de crear otra vida”, dice.
Las propias participantes han notado esta transformación tras completar el taller. “La Alicia de hace un año estaría hablando bajito, demasiado bajito, sin poder articular bien las palabras. Por la falta de autoestima. Pensaba que lo que yo decía no era importante”, expresa una de ellas.
Desde Aperfosa continuarán luchando para que desaparezca el 25N. Significará “que no tengamos que recordar el Día Internacional contra toda la violencia machista”.
Visitar la exposición
La exposición Lentes de vida permanecerá abierta al público en los Claustros de Santo Domingo de Jerez hasta el domingo 10 de noviembre. Las personas interesadas pueden visitarla de martes a viernes de 10.30 a 13.30 horas y de 18.00 a 21.00 horas, y el sábado, de 10.00 a 13.45 horas. También pueden colaborar adquiriendo artículos de artesanía creados por estas mujeres supervivientes que se exponen en un stand. “Cada mujer, por un momento, se olvida de su tristeza, de su maltratador, de sus palizas, de todo el maltrato, y deposita en cada producto un poquito de su esperanza, de su alegría y de su querer vivir”, dice Fina Benítez.
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