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A las pérdidas humanas y grandes daños materiales que ha dejado la DANA de Valencia también hay que sumar las secuelas psicológicas entre la población afectada. Tanto adultos como menores necesitan ahora muchísima ayuda en el capítulo mental para superar todo lo sufrido.
El dolor es enorme e imágenes como las que compartimos en esta publicación ponen de manifiesto la sensibilidad de los más pequeños en esta tragedia.
Totalmente conmovedoras son las lágrimas de un niño que se ha puesto a llorar al ver cómo ha quedado su colegio, el CEIP Paluzié de Catarroja, tras las graves inundaciones de hace una semana.
El pequeño se pone a llorar de manera desconsolada. "No llores, bebé, no llores", le dice su madre. "Me da mucha pena", comenta el pequeño entre lágrimas.
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