La lluvia comienza a amenazar la Semana Santa en Andalucía: Aemet habla de uno o dos días "estadísticamente"

El delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en Andalucía, Juan de Dios del Pino, ha anunciado que las precipitaciones se mantendrán hasta abril

El palio de Los Dolores por Cristina el pasado Miércoles Santo de Semana Santa, marcado por la lluvia, donde salió el Tres Caídas.
17 de marzo de 2025

La persistente lluvia que afecta a Andalucía continuará al menos hasta la semana previa a la Semana Santa, es decir, hasta el periodo comprendido entre el 6 y el 13 de abril. Durante esa semana, se espera que la región reciba precipitaciones en al menos dos días, aunque aún no existen datos concretos que permitan prever con exactitud si las lluvias afectarán a las procesiones de las cofradías que se celebran entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección.

Este pronóstico ha sido ofrecido por el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Juan de Dios del Pino, quien ha realizado un balance sobre las precipitaciones y las temperaturas registradas durante el invierno meteorológico, que abarca los meses de diciembre a febrero. Del Pino ha indicado que las lluvias seguirán siendo frecuentes en las próximas semanas, aunque ha avanzado que a partir del próximo lunes se producirá un descenso de las temperaturas.

A pesar de las lluvias de marzo, el responsable de Aemet ha señalado que este fenómeno no será suficiente para poner fin a la sequía que afecta a la región, aunque ha matizado que la percepción de sequía varía según el tipo de uso del agua. Por ejemplo, los agricultores dedicados al cultivo de corcho requieren un volumen mayor de agua que otros sectores.

En cuanto a las temperaturas, se ha registrado un incremento de 1,2 grados respecto a la media habitual de los meses de invierno en la región. Desde 2018, todos los inviernos en Andalucía han sido más cálidos que la media histórica, una tendencia que se ha consolidado en el nuevo milenio. De hecho, desde 1961, ocho de los inviernos más cálidos han tenido lugar en este siglo, lo que Del Pino ha interpretado como una señal del impacto del cambio climático.

El delegado de Aemet también ha indicado que, aunque la sensación térmica haya sido más cálida, las precipitaciones acumuladas en lo que va de año han sido inferiores a la media. En concreto, en lo que va de invierno, se ha registrado un 57% de las precipitaciones que se esperaban para esta temporada, con un total de 116 litros por metro cuadrado. Por el contrario, el invierno más húmedo en la región se produjo en 2009-2010, con 683 litros por metro cuadrado, mientras que el más seco fue el de 1980-1981, con apenas 28 litros.

Del Pino también ha destacado que diciembre fue un mes particularmente seco, con escasas precipitaciones, mientras que enero presentó una mejora gracias a la llegada de varios frentes y borrascas. Sin embargo, en febrero, las lluvias cesaron nuevamente, lo que resultó en un mes muy árido. En términos generales, el 43% de las lluvias esperadas no se han materializado, lo que sigue contribuyendo a la falta de agua en la región.

La situación es particularmente preocupante para sectores específicos de la economía andaluza, como la agricultura y la producción de corcho, que requieren un nivel constante de precipitaciones para garantizar sus rendimientos. A pesar de las lluvias recientes, las reservas hídricas siguen siendo insuficientes para afrontar una sequía prolongada.

Además, Del Pino ha enfatizado que la variabilidad climática observada en la región es indicativa de un clima cada vez más alterado, lo que pone de relieve los efectos del cambio climático en las condiciones meteorológicas. Si bien las lluvias que se esperan en las próximas semanas podrían aliviar parcialmente la situación, no se prevé que sean suficientes para revertir el déficit hídrico acumulado.

Incertidumbre con las lluvias

La previsión meteorológica para las próximas semanas, aunque sujeta a cambios, sigue siendo incierta en cuanto a la distribución de las lluvias y su intensidad, lo que genera incertidumbre respecto al impacto que puedan tener en las actividades económicas y sociales, especialmente durante la Semana Santa. En cualquier caso, la situación en Andalucía sigue siendo monitorizada de cerca por los expertos de Aemet, que continúan vigilando las condiciones para ajustar los pronósticos en función de la evolución de los fenómenos meteorológicos.

El clima en la región, por tanto, continúa siendo una preocupación para los ciudadanos y los sectores productivos, que enfrentan un panorama de incertidumbre ante las previsiones de lluvias y temperaturas. La adaptabilidad y la respuesta de la sociedad andaluza frente a estos cambios climáticos será clave para mitigar los efectos de la sequía y las variaciones de temperatura.

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J. P. Lozano

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