"¡No hay derecho a que nos roben! ¡No hay derecho a que nos quiten todo lo que hemos ganado con sudor y lágrimas! ¿Qué se creen, que somos tontos?". Así ha comenzado, un lunes más, como cada lunes desde hace un año, la concentración que ha mantenido la asociación Marea de Pensionistas y Jubilados en la puerta del Ayuntamiento de Jerez. Ha sido María Ángeles Muñoz, actual portavoz de comunicación de la organización, la que ha dado el pistoletazo de salida a este encuentro marcado por la lucha pública y social de un grupo de pensionistas que no piden otra cosa más que una recompensa justa por tantos años de trabajo y aportación al Estado. "Estamos aquí luchando por lo que es nuestro", decía María Ángeles, que es pensionista desde hace más de diez años. Se dedicó toda su vida a la peluquería, pagando, como ella dice, "todo lo que había que pagar".
Su marido, pensionista también, recibe una cantidad de dinero que hace que los finales de mes sean difíciles de gestionar. "Yo no estoy aquí por mí, estoy aquí por mi marido. Él ha sido un hombre que ha trabajado muchísimo durante muchísimos años, y ahora, la pensión que tiene, es de vergüenza", aclara. La Marea de Pensionistas y Jubilados de Jerez nació a principios del año 2016, cuando Juan Miguel Morodo, portavoz e integrante de esta Marea, y su amigo Juan Pedro, actual socio, decidieron salir a protestar para encontrar una solución a esta situación insostenible que estaban sufriendo, y siguen sufriendo, los más mayores de la sociedad.
"Estábamos tranquilamente conversando en un banco cuando decidimos ponernos en marcha, y poner el pie derecho en la calle". Y es que, como indica Juan Miguel, sin movimiento no hay lucha, y sin lucha no hay victoria. Como sucedió en muchas otras de ciudades de España, la Marea empezó a ser imparable. "Una ola se forma gota a gota de agua. Una ola empuja a otra ola formando una marea. Todas las gotas son importantes, pero la marea es la que rompe", cuenta Juan Miguel.
Esta asociación cuenta con una página de Facebook y una cuenta de Twitter, donde se informa de las actividades que realizan, como las manifestaciones de los lunes frente al Ayuntamiento o como las que se realizaron el pasado 8M, donde participaron de forma activa por la lucha de las mujeres. La brecha de género en las pensiones es un asunto de vital importancia también para esta asociación, ya que en 2018 se superaron los 26.000 millones de euros de diferencia entre las pensiones de los hombres y la de las mujeres, lo que supone un 2,2% del PIB. "¿Por qué nosotras somos menos que los hombres si hemos trabajado lo mismo que ellos?", se pregunta María Ángeles.
"Tenemos los mismos derechos y las mismas obligaciones", repetía esta señora una y otra vez mientras Juan Romero, tercer portavoz y secretario de la Marea comentaba que "es evidente que la brecha en las pensiones es algo inaceptable, pero menos aceptable es que la haya entre mujeres y hombres pensionistas". Según los últimos datos de febrero de este año la pensión media de las mujeres en España es de 781,63 euros al mes, mientras que el importe medio de los hombres alcanza los 1.202,52 euros.
Bajo el lema ¡Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden!, un grupo de visitantes nacionales que pasaba por Consistorio este lunes no tuvo más remedio que romper en aplausos ante una lucha que no cesa. Ante la incertidumbre de qué pasará con este sector a partir del 10 de noviembre con las nuevas elecciones generales, María Ángeles tiene muy claro que ese 0,25% "no va a subir, igual que no se subieron en 2018". El pasado 21 de septiembre, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celáa, afirmó que si el actual Ejecutivo sigue en el poder tras las elecciones, se subirán las pensiones conforme a la inflación, queriendo zanjar las especulaciones sobre si habrá o no revalorización de las prestaciones para el próximo año. "Ya no nos creemos nada", dice Juan Miguel.
Él, como muchos otros pensionistas no están solo en la asociación por defender solamente su situación, sino que también defienden a aquellos que la ayuda económica que reciben les impide llegar a final de mes y por los jóvenes que aún no han cotizado. "Creemos que a los jóvenes se les olvida que estamos aquí también por ellos. Nosotros hemos cotizado mucho, pero ellos ¿qué tienen cotizado hasta ahora?. Si nuestras pensiones son una basura comparadas con la media europea que se sitúa en 1.800 euros; ¿qué van a tener ellos cuando sean mayores?", subraya Juan Romero.
La asociación Marea de Pensionistas y Jubilados viajará a Madrid el próximo 16 de octubre para reunirse con un grupo de la provincia de Cádiz y de Bilbao, también pertenecientes a la asociación a nivel nacional. Pensionistas que hace unos días salieron en marcha hasta la capital española. "Allí nos reuniremos con ellos, e iremos con nuestras pancartas a la puerta del Congreso para hacer de nuevo voz en la sociedad y a ver si algún secretario que haya por allí nos escucha", comenta Juan.
Mila es la encargada de la gestión de este viaje a Madrid, y la que prepara la recogida de firmas en la puerta del Ayuntamiento todos los lunes del mes. "El viaje lo hemos organizado de tal manera que el precio sea asequible para todo el mundo, porque todos los que estamos aquí tenemos derechos a luchar por lo que es nuestro. El que pueda pagarse el viaje, se lo pagará (tendrá un coste de aproximadamente 15 euros), pero al que no pueda habrá que ayudarle mediante la venta de camisetas y pañoletas que hemos puesto en marcha". También cuentan con la fila cero, dirigida a personas que no vayan a trasladarse a Madrid pero que de una manera u otra quieren participar en que la actividad siga adelante con el mayor número de socios participantes posibles.
"Si miramos solo por nosotros mismos, no vamos a llegar a ninguna parte. Tenemos que tener una visión global de las cosas, y ayudar al que tenemos al lado, porque, ¿de qué sirve que nos ayudemos a nosotros mismos si el que tenemos al lado se está muriendo de hambre?", expone Matilde, socia veterana de la asociación. Y es que esta marea no tira la toalla. "Llueva, truene o nieve, estaremos aquí, porque si no estamos nosotros ¿quién va a estar?", zanja María Ángeles.