Esta mañana, a las 11, Sara Casas tenía la visita semanal con su hijo, tutelado por la Junta de Andalucía, en el centro de acogida Vado de los Bueyes (Córdoba). Al entrar a dicho centro, su sorpresa fue mayúscula. "Un educador estaba pisándole la cabeza a mi hijo, que tenía los dos brazos atrás", cuenta esta madre a lavozdelsur.es.
Sara había llegado un cuarto de hora antes de su cita y llamó al timbre para esperar dentro si le abrían. "Nada más entrar vi lo que estaba pasando. El educador me dijo que era contención y le he dicho que no, que eso era una agresión. Y, según me cuenta mi hijo, no es la primera vez que sucede. El sábado pasado también le tiraron al suelo a su hijo y le hicieron sangre en la cara. Mañana –por este jueves 30 de diciembre– voy a poner una denuncia en la Fiscalía de Menores por si a mi hijo le pasa algo y para que abran una investigación sobre cómo es el centro y cómo tienen a los niños".
"El sábado pasado también le tiraron al suelo y le hicieron sangre en la cara"
Tras ver a su hijo en el suelo, Sara exigió que le enseñasen la grabación de las cámaras de seguridad para ver lo que había sucedido, algo a lo que se negaron desde el centro. "Me encaré con el educador, que me dijo que si tanto me preocupaba mi hijo, que me lo llevase de allí. Y le dije que claro, que eso es lo que quiero, pero no me dejan. La Junta lo tiene tutelado. Su trabajo es el de educador en un centro de niños con problemas de conducta, pero en ningún momento se puede tolerar una agresión. Mi hijo me ha contado que le han pegado y que sabía que cuando me fuera, le iban a volver a pegar", relata esta madre de Dos Hermanas que fue una niña tutelada y pasó por un psiquiátrico infantil de menores por culpa de unos informes falsos.
"Yo he pasado por estos centros y sé perfectamente cómo funcionan. Si fuera mentira, mi hijo no me cuenta lo mismo que he visto yo. Pedí a la directora que me enseñara la celda de aislamiento. Mi hijo me ha contado que le meten en esa celda, que le quitan la ropa y que le pegan con toallas mojadas", denuncia Sara, que está muy preocupada por lo que le pueda pasar a su hijo. "Tengo miedo a que le den una paliza, se lo carguen y después digan que se ha suicidado".
"A mi hijo le dicen que está loco y que nadie le va a creer"
Tras lo ocurrido, la dirección del centro ha amenazado a Sara con suspenderle las visitas. "Me quieren callar, pero no van a poder. A mí, en su día, me inventaron un trastorno de personalidad y de alteración de la conducta. Después un psiquiatra me dijo que no tenía ninguna patología mental. A mi hijo le dicen que está loco y que no le van a creer. Él tiene un trastorno de la conducta, pero no tiene ningún problema mental. No hay ningún diagnóstico y lo que me gustaría es que lo viese un psiquiatra, pero es la Junta la que controla todo. Yo no quiero que esté más en este centro. No estoy tranquila. Si es verdad que no ha sido agredido, ¿por qué no me han enseñado las cámaras?", destaca.
Sara lleva años luchando contra la administración para recuperar a sus hijos. El verano del año pasado, la Junta le retiró a su hijo menor por un presunto desamparo que Sara ha demostrado que no existió con un informe pericial en el que se puede comprobar que fue una negligencia médica. Sin embargo, y a pesar del delicado estado de salud de su hijo, sigue sin hacerse justicia.
Ahora, tras lo sucedido en la jornada de hoy, se le abre un nuevo frente a esta madre coraje. La Asociación Nacional del Menor Tutelado ya tiene constancia de los hechos y piensa respaldar a Sara en todo lo necesario para que se esclarezca la presunta agresión a su hijo en el centro de acogida. "Esto no se puede consentir. Es intolerable que sigan pasando este tipo de cosas en los centros de menores. No vamos a parar hasta que salga a la luz todo lo que está ocurriendo. Esto es un escándalo diario", indica Pepe Maldonado, presidente de la referida asociación.