Con labios y párpados de morado feminista, María Salmerón se persona en la puerta de los juzgados de la Buhaira de Sevilla aparentemente tranquila, acompañada de su abogado y apoyada por decenas de personas. El sol aprieta y las ganas por que el destino de esta madre protectora de un giro de 180 grados es compartido por las presentes.
A las 12:30, la esquina de la avenida se llena de pancartas en apoyo a la de Montequinto, que accede al edificio con el aplauso y los gritos de la plataforma que sigue su caso y diferentes colectivos que se dieron cita para acompañarla en un día determinante para ella.
La citación en el Juzgado de lo Penal número 6 de Sevilla duró aproximadamente una hora larga, mientras tanto, se escucharon consignas como: "Indulto ya a María Salmerón" o "ningún maltratador es buen padre". Pepa Cabanillas de Apdha expresaba a lavozdelsur.es estar "completamente en contra de las actuaciones que está llevando a cabo el Gobierno ante el indulto". Desde la asociación se muestran contrarios a "esta justicia patriarcal que excluye a las mujeres" y lamentan "la inactividad del Gobierno, teóricamente progresista, que está siendo absolutamente negligente frente a esta situación".
Por su lado, Charo Molero, de la Plataforma en apoyo a María Salmerón, que empezó con las personas feministas cercanas a María, ha ido creciendo de forma que ya tienen integrantes de todo el Estado español. "Estamos aquí acompañándola porque nos sentimos indignadas con un gobierno que presume de ser progresista y que no ha sido capaz de concederle un indulto, que ya se lo había concedido el PP", comenzaba. "María no ha tenido ni siquiera una comunicación por parte del Ministerio de Justicia y si no es por los medios, no se hubiese enterado de la negativa de indulto". En este sentido, Molero añadió que esta madre "ya ha sufrido suficiente violencia, primero machista, luego vicaria e institucional, por eso esta justicia patriarcal tiene que acabar".
La plataforma de Hombres por la Igualdad de Montequinto, barrio de Dos Hermanas donde reside María, también estuvo presente en la concentración. Francisco, su portavoz, afirmaba que "la sociedad tiene que saber que se está ejerciendo una agresión brutal hacia una madre protectora de su hija". Sobre la decisión judicial, advertía que "es inadmisible e injusta". Sus vecinos la conocen: "Es una mujer muy activa socialmente y lleva 20 años luchando por no permitir que un maltratador vea a su hija, que además no quiere verlo". En su opinión, "la violencia que está sufriendo ahora María es institucional, por este motivo no es aceptable que un Gobierno que se dice progresista, meta en la cárcel a una persona por respetar simplemente la decisión de su hija y que, para colmo, su maltratador no pise cárcel".
Pasados unos minutos de la una y media de la tarde, María, junto a su abogado, salía de los juzgados para recibir a la prensa en la zona donde estaban desplegadas las pancartas y la concentración en apoyo a su caso. Atenta y con mirada dulce a la par que poderosa, afirmó rápidamente que le habían dado 15 días para su ingreso voluntario en prisión. En ese instante hubo un silencio general que duró segundos –o una eternidad –y las caras se tornaron grises. Cabe recordar, que a última hora del martes, se depositaron 3.000 euros de indemnización en la cuenta del juzgado en concepto de responsabilidad civil, gracias al apoyo del crowdfunding promovido por la plataforma que lleva su nombre.
María se enfrenta a nueve meses de cárcel, con un caso sin precedentes en España, por un delito continuado de desobediencia grave a la autoridad, al que fue condenada en firme en 2020. Los hechos sucedieron en 2012 y 2014, cuando María no acudió en varias ocasiones al punto de encuentro familiar con su hija menor –hoy mayor edad– para entregársela al padre. Este hombre, su exmarido, fue condenado a 21 meses por violencia machista, en 2009, pero al ser una pena menor a dos años y no tener antecedentes, no pisó la cárcel. María puede no correr esa suerte.
Preguntada por cómo se encuentra, no tiene palabras. "Todo queda en manos de mis abogados –repite– sería de justicia que yo no entrara en la cárcel". En ese momento, su abogado aclara que por primera vez en España van a impugnar "ante el Tribunal Superior de Justicia la no concesión del indulto en base a que la tramitación de este, a falta de confirmación, ha tenido algunas cuestiones que no nos parecen muy convincentes". Solo queda esperar.
Al finalizar su comparecencia ante los medios, María recibió abrazos y palabras de cariño de amigas, compañeras y personas que fueron a mostrar su apoyo. El llanto y la rabia aparecían, mientras el calor y la sororidad aumentaban por momentos. "No entiendo cómo los diputados y grupos parlamentarios no le ponen la cara colorada a la ministra de Justicia en la sesión de control de Gobierno", lamenta María secándose las lágrimas. El morado que colorea su cara no se lo llevan las lágrimas, pues el feminismo es la manera de estar en el mundo para esta madre protectora, que a 15 días de poder entrar en la cárcel, mantiene la fuerza y la esperanza.
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