Más de 26.000 denuncias por desaparición se registraron el año pasado en España. Afortunadamente, el 90 por ciento de las mismas se pudieron resolver de manera feliz, pero muchas personas siguen desaparecidas. Algunas llevan años, décadas, sin que se sepa nada a pesar de las numerosas investigaciones y luchas de las familias para que las historias no se archiven para siempre. En otros casos, lo que se busca sin éxito es el cuerpo sin vida de víctimas de asesinatos.
Un documental de Movistar+ ha reabierto el caso de la desaparición del niño pintor de Málaga, una de las más inquietantes y enigmáticas de España. A continuación, abordamos diez de las desapariciones que forman parte de la historia de la crónica negra de nuestro país.
Marta del Castillo
El caso de la joven sevillana asesinada el 24 de enero de 2009 conmocionó a una sociedad española que sigue indignada al ver que su abuelo, padres y familia todavía no han podido encontrar su cuerpo. Marta salió de su domicilio aquella fatídica tarde para quedar con unos amigos. Nunca más volvió a su casa. Miguel Carcaño es el único condenado por su muerte, dándose por válida la primera (explicó que la golpeó con un cenicero) de las siete versiones que ha ofrecido sobre la muerte y posterior ocultación del cuerpo.
Tras confesar el crimen y ser detenido en febrero de 2009, Carcaño llegó a implicar a sus amigos en la desaparición, llegando a culpar al Cuco de haber violado y matado a Marta. En su última versión acusó a su hermano del asesinato de una joven que por entonces tenía 17 años. En el vertedero de Alcalá, en el río Guadalquivir y una zanja en Camas han sido tres de las más de 70 localizaciones en las que se ha buscado, sin éxito, el cuerpo de la joven.
Yéremi Vargas
Un 10 de marzo de 2007 fue el día en el que se vio por última vez a Yéremi, un pequeño niño de siete años que se encontraba jugando en un descampado próximo a la casa de sus abuelos en Santa Lucía de Tijarana (Gran Canaria). Se encontraba junto a sus dos primos, de nueve y cinco años, en el momento en el que se le perdió la pista. Cuando la abuela Herminia llamó a los tres para que subieran a comer, Yéremi no lo hizo. Nunca más se le volvió a ver.
En todo este tiempo se han barajado varias hipótesis y manejado algunos nombres como presuntos culpables. Antonio Ojeda, conocido como El Rubio, es el principal sospechoso. En la cárcel de Algeciras, donde fue trasladado tras ser condenado por un delito sexual a un menor de nueve años, confesó a su compañero de celda sobre el caso de Yéremi que "se le había ido de las manos" y que tuvo que "desaparecerlo". Estas afirmaciones son las únicas pruebas que hay en su contra. En 2020, El Rubio quedó en libertad y dijo ser inocente. "Me han cogido como cabeza de turco". Más de 16 años después, las incógnitas sobre el paradero de Yéremi son máximas.
David Guerrero
Conocido como el niño pintor de Málaga, desapareció el 6 de abril de 1987. Aquella tarde, su madre le despedía por la ventana de la cocina. David acudía a una galería donde estaba expuesto uno de sus cuadros y donde le iba a entrevistar un periodista. Depsués tenía que acudir a su clase de pintura. Cuando su padre fue a recogerlo a la galería, el joven de 13 años no estaba. Dos artistas malagueños han apuntado que lo vieron en dos sitios diferentes. Una de las hipótesis que se barajó en su día es que David pudo coger un autobús.
La Policía Nacional ha trabajado con más de cien testimonios y elaborado una lista de más de 700 posibles identidades. La falta de pistas concluyentes convierten esta desaparición en una de las más misteriosas de España.
Josué Monge
En la localidad sevillana de Dos Hermanas desapareció este chico de 13 años el 11 de abril de 2006. Tras salir del instituto, llegó a su casa ese día con varios suspensos. A pesar de esto, sus padres le dieron permiso para que fuera a pasar la noche a casa de un amigo, pero nunca llegó a su destino y es en ese trayecto donde de le pierde la pista.
Antonio Monge, su padre, desapareció de forma misteriosa 13 días después de la desaparición de Josué Monge. Se marchó en una furgoneta argumentando que iba a buscar a su hijo. Nunca más regresó. Las sospechas apuntan a que el progenitor fue quien, presuntamente, mató a su hijo. Han pasado ya 17 años y no hay rastro de ninguno de los dos ni de la furgoneta de Antonio.
Los hermanos Orrit Pires
Isidro, de seis años, ingresó en el Hospital San Juan de Dios de Manresa por unas anginas. La madre de Dolores, de 17 años, le dijo que pasase la noche junto a su hermano en el centro hospitalario. A la mañana siguiente, un 5 de septiembre de 1988, ninguno de los dos se encontraba en la habitación. El personal médico fue interrogado por la Policía Nacional, pero nadie dijo haber visto nada. Secuestro, fuga o sustracción familiar fueron las hipótesis que se barajaron. La madre denunció que la Guardia Urbana no se movilizó lo suficiente.
Tras décadas de búsqueda, Jesús, que por entonces tenía 13 años y se encontraba junto a su hermano asmático en el hospital, ofreció en 2021 un testimonio de lo que vio aquella noche: "Un hombre vestido de médico se los lleva en una silla de ruedas, les pusieron una inyección y los taparon con una sábana blanca". El caso se archivó en 2016 y, a pesar de la aparición de este testigo, no ha podido ser reabierto al considerado el Juzgado de Menores que no es suficiente para la reapertura del caso.
Gloria Martínez Ruiz
Gloria desapareció a las pocas horas de ser ingresada en la clínca Torres de San Luis de Alfaz del Pi (Alicante). Tenía 17 años y padecía una serie de trastornos psiquiátricos. Desde la madrugada del 30 de octubre de 1992 se encuentra en paradero desconocido. Archivada la vía judicial, la Guardia Civil todavía no quiere cerrar el caso.
En el momento de su desaparición, Gloria estaba fuertemente sedada, descartándo por parte de los investigadores una fuga de manera voluntaria. A día de hoy no ha sido hallada ni viva ni muerta. La clínica y la doctora que estaba como responsable de la joven tuvieron ue indemnizar a la familia por esta desaparición que sigue siendo todo un enigma.
Sara Morales
Catorce años tenía Sara cuando la vieron por última vez en Las Palmas de Gran Canaria. Aquella tarde del 30 de julio de 2006 había quedado con un amigo en un centro comercial, pero la adolescente nunca llegó a aquella cita. Media hora más tarde, viendo que no llegaba, el chico avisa a los padres de Sara. Desde aquel día, las incógnitas sin resolver son numerosas. Sara solo llevaba algo de dinero, las llaves de su casa y el móvil.
Los carteles con la imagen de Sara inundaron las islas y la ciudadanía se movilizó para tratar de dar con la joven. La Policía llegó a detener a Miguel Ángel M.R., un hombre de 47 años, por una supuesta violación en la zona. Hasta una veintena de mujeres apuntan a que este sujeto, que pasó a ser conocido como el violador de la furgoneta blanca, las agredió sexualmente. Pasó a ser sospechoso de la desaparición de Sara, pero no se pudo avanzar en la investigación ya que el 22 de enero de 2009 se quitó la vida en prisión.
Malén Ortiz
Otra desaparición de una joven sin resolver. Malén Zoe Ortiz, de 15 años, iba en un monopatín verde la tarde del 2 de diciembre de 2013. Esta imagen, captada pos unas cámaras de seguridad de los viveros de Sa Porrasa, en Magaluf (Mallorca), es la última que se tiene de ella. Su padre y su hermano, con los que convivía, no se encontraban en casa y Malén decidió ir a comer a casa de su novio. Nunca más se supo de ella.
Las hipótesis barajadas apuntaron a una posible desaparición voluntaria, ya que la situación familiar en la que vivía era complicada. El foco también se puso en un anciano que frecuentaba la zona y que podría haberse encaprichado en Malén. Aunque se sigue buscando su posible paradero, diez años después no se ha encontardo ninguna pista sobre qué pasó con Malén.
Juan Pedro Martínez
La Interpol ha llegado a calificar la desaparición de Juan Pedro como una de las más extrañas de Europa. Conocido como el niño de Somosierra, tenía diez años cuando el camión cisterna conducido por su padre se estrelló en una de las curvas. El vehículo transportaba 23.000 kilos de ácido. Los cuerpos del padre y la madre de Juan Pedro fueron encontrados. Cuando la Guardia Civil comunicó la noticia a la familia, la sorpresa fue mayúscula. ¿Y Juan Pedro? Los agentes no sabían que en el camión viajaba el hijo de la pareja. En el mismo no había rastro del niño.
En su trayecto, el camión paró en tres gasolineras y los empleados de las mismas confirmaron que junto a la pareja viajaba su hijo. ¿Qué pasó entocnes con Juan Pedro? Entre las hipótesis se manejó que alguna mafia secuestró al niño tras un negocio del padre con químicos. Lo que es cierto es que el caso sigue siendo, 37 años después (el suceso tuvo lugar el 25 de junio de 1986) un misterio.
Cristina Bergua Vera
El 9 de marzo se celebra el Día de las personas desaparecidas sin causa aparente en honor a Cristina Bergua, una adolescente de 16 años a la que se perdió el rastro el citado día de 1997. La última persona con la que estuvo fue con su novia, Javier. Al parecer, Cristina tenía pensado romper ese día con él, según contaron por entonces los amigos de la adolescente. El chico dijo que la había acompañado hasta la carretera de Esplugues. Nunca más fue vista. En el histórico programa de Paco Lobatón, Javier apareció en directo para apuntar que al padre de Cristina, a la que le había visto en ocasiones con muchos moratones, se le iba "mucho la mano".
La Policía sospechó del joven, pero no encontró pruebas contra Javier, que sí entró en la cárcel por tratar de traficar con más de 3.500 gramos de cocaína. Más de un cuarto de siglo después, Cristina sigue sin volver a casa.
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