Desde que el pasado 23 de enero el cuerpo del empresario sevillano de Lora del Río Juan Antonio Hans Checa apareciera sin vida en un hotel de Estepona son muchas las cuestiones que aún no tienen respuestas. Una de las pocas certezas que existen a día de hoy es que Hans murió tras ser reducido y esposado por ocho agentes de la Policía Nacional tras requerir el personal del hotel su presencia ante su actitud "agresiva".
Ahora, la familia ampliará su denuncia por presunto homicidio imprudente contra los efectivos policiales que realizaron dicha actuación, insistiendo en que sea la Guardia Civil el cuerpo que investigue el caso y avisando de que las autoridades están "ocultando" aspectos para "tapar" lo ocurrido.

Este lunes, tanto la familia del fallecido como el abogado penalista y doctor en Derecho Penal Luis Romero han ofrecido una rueda de prensa en la que han narrado todos los cabos sueltos que ellos consideran que existen en la muerte de este constructor. Su esposa avisa de que en el marco en el que este empresario estaba sufriendo "un brote psicótico", su familia considera que "no habría sufrido un infarto porque sí", extremo que a su entender "verifican" las imágenes de vídeo ahora incorporadas. "No necesitaba ocho policías, sino un médico", ha aseverado su viuda.
Una de las principales denuncias de la familia es que, a pesar de que han transcurrido ya 18 días desde que se localizara el cuerpo sin vida, ningún familiar ha podido ver e identificar el cadáver a pesar de haber ido seis veces al Instituto de Medicina Legal, donde han solicitado una segunda autopsia. "No hay un informe preliminar", aseguran, por lo que no conocen la causa exacta de la muerte.
"El domingo 26 de enero la juez nos informó de que no nos tenía que autorizar a su familia a ver a Juan Antonio en la clínica forense. Ellos tienen derecho porque lo dice la ley, per se les ha denegado", ha afirmado el abogado. Según el letrado, es la primera vez que se encuentra una situación así. De hecho, en Sevilla es "obligatorio como mínimo un familiar vea e identifique el cadáver". Esta situación ha llevado a la familia a presentar en los últimos días varios recursos.
Según los hechos relatados por el abogado de la familia, Hans estaba a las 21:40 en el hotel Ona Valle Romano de Estepona, donde se alojaba por motivos de su actividad empresarial. La situación era recurrente, ya que "sobre las 18:00 horas ya había intervenido la Policía en el Bar Peña de la misma ciudad por ocurrir lo mismo, siendo acompañado por los agentes al hotel sin ningún problema". Sin embargo, tras la segunda intervención, el empresario murió.
De hecho, la narración realizada el letrado de la familia señala que "su esposa, que es enfermera, avisó al 112 explicando las circunstancias de su esposo desde el primer momento; pero la Policía Nacional decidió actuar por su cuenta empleando una fuerza desproporcionada, sin avisar antes a personal facultativo especializado como psicólogos o un médico psiquiatra"; provocando supuestamente los agentes que "menos de una hora después de que interviniesen, ya estuviese muerto en unas extrañas e inexplicables circunstancias que deben ser aclaradas".
Entre las exigencias de la familia están que se llame cuanto antes a los ocho policías implicados para que declaren. "Cada uno hizo algo distinto y tuvo una participación diferente. Queremos saberlo para determinar la responsabilidad de cada uno de ellos y del grupo de policías". Además de esto, el abogado pide que declaren los sanitarios y todos los testigos del hotel y no sólo los tres elegidos hasta el momento, que han declarado que se utilizó la fuerza mínima imprescindible. "No siempre se recoge exactamente lo que dice el testigo", ha afirmado al no haber grabación.
Además, Luis Romero ha contado que existe una grabación de una trabajadora del hotel donde hay imágenes y sonido donde "se ve a la Policía encima de Juan Antonio en ese cuarto con paredes de cristal y vinilos de un metro de altura. Ahí se le oye diciendo 'no me matéis' que es lo que escuchó su hermano cuando lo llamó por teléfono. En el segundo vídeo parece que se oye 'me asfixio'".
Por su parte, la viuda ha dicho que desde el primer momento "sabíamos que nada de lo que estaba pasando era normal". También ha añadido que a su parecer "estaba sufriendo un brote psicótico porque me dice que están quitando las cámaras y que lo van a matar". "Nos dimos cuenta de que esa muerte no había sido de casualidad", ha comentado antes de denunciar que le amarraran las manos y los pies.