"El protocolo es demasiado vago y ligero como para permitir que haya una seguridad máxima para todo el mundo", señala a EFE Guislaine David, portavoz y cosecretaria general del sindicato docente SNUipp-FSU. Este plan propuesto para los centros educativos recoge las garantías básicas, como la limpieza y ventilación de las aulas y espacios comunes o el lavado de manos. Sin embargo, aunque insta a respetar la distancia física, esta no es obligatoria cuando no sea posible mantenerla o si es un obstáculo para acoger a todos los alumnos de una clase.
La portavoz sindical ha indicado que "queríamos uno más estricto para no encontrarnos en la misma situación que en marzo". Además, ha señalado que el país no está lo suficientemente preparado como para ofrecer una educación a distancia de calidad ante estos cierres o posibles confinamientos parciales.
En su opinión, la clausura de algunos centros, en su opinión, era inevitable, y así lo había admitido también el ministro francés de Educación, Jean-Michel Blanquer, cuando este 26 de agosto presentó el dispositivo previsto para la llamada "rentrée". Pese a los cierres, las asociaciones sindicales han considerado que estos no son porcentualmente significativos y han invitado al optimismo.
"Los niños han podido ir a la escuela en su conjunto. Esa ha sido la regla general y es mejor llamar la atención sobre que la mayoría ha funcionado bien", recalca el presidente de la confederación CSEN, Laurent Hoefman, que coincide en que los cursos digitales no pueden ser una solución duradera porque "no hay nada que reemplace la presencia del profesor".
Según Hoefman, los padres, alumnos y profesores se ha adaptado bien a la obligación de llevar mascarilla y al respeto de otras consignas sanitarias marcadas por el Ministerio de Sanidad, aunque reconoce que la mascarilla en una profesión que depende tanto de la exposición oral es un obstáculo para su trabajo.
El primer día del curso escolar, este pasado martes, se habían registrado en las 24 horas anteriores 4.982 nuevos casos de coronavirus en todo el país. Este viernes, esa cifra había subido a los 8.975, un pico desde el inicio de la epidemia. "Con la vuelta al trabajo y a la actividad, es evidente que en los próximos días habrá un aumento", señaló este sábado en la cadena BFM TV el ministro francés de Sanidad, Olivier Véran.
Véran subrayó que asegurar la educación de los niños es "esencial y aprender a vivir con el virus" significa poder garantizar que van a clase al mismo tiempo que se vigila que no haya un repunte de la epidemia. "Los profesores están más expuestos en primera línea que gente que trabaja en una oficina, pero de momento no se puede decir que haya habido muchos casos (en el sector). Si los hubiera, todavía es demasiado pronto para decir si se han minimizado los riesgos", concluye el representante de CSEN.
En las últimas 24 horas, Francia ha sumado casi 9.000 casos positivos por coronavirus, que eleva a 309.156 el total de positivos registrados desde el inicio de la pandemia. Además, se han contabilizado 53 nuevos focos de contagio más.
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