Manuel de la Calle Camas, presidente del sindicato CNT en la rama de cocineros de la comarca de Jerez, fue fusilado en 1936 como consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra junto a la tapia del Teatro Eslava. Su cuerpo, arrojado a la fosa común del antiguo cementerio de Santo Domingo, nunca ha aparecido. Pero su familia tiene claro que sus restos mortales, 83 años después, siguen allí, esparcidos sin sepultura, sin dignidad ni reparación. A sus 56 años, Amaro de la Calle, presidente de la Asociación de Familiares y Amigos por la Recuperación de la Memoria Histórica de Jerez y la Comarca, sigue empeñado en obtener justicia y reparación sobre la memoria de su abuelo Manuel, asesinado tras el Golpe.
Y sigue empeñado en que sus restos están en lo que hoy se conoce como el Parque Scout, junto a la avenida José Cádiz Salvatierra, en la zona que fue cementerio en Jerez. "Siempre oí que a mi abuelo lo había matado y mi tía abuela Pepa (hermana soltera de Manuel que se quedó al cuidado de sus sobrinos) siempre dijo que mi abuelo fue al boquete, y el boquete es aquí", comenta De la Calle a lavozdelsur.es, en la zona donde hace un mes arrancaron por primera vez en la ciudad catas arqueológicas previas para localizar y exhumar cadáveres de víctimas de la represión franquista en la ciudad, donde no hubo guerra civil, ni prácticamente resistencia al Golpe, solo asesinatos crueles.
"Mi abuelo era amigo del médico y político republicano Fermín Aranda y presidente de el sindicato de cocineros y camareros por CNT. Supongo que él era también republicano y anarcosindicalista, el sindicato más fuerte por aquel entonces. Salta el golpe y él pretende irse, sabiendo que podían buscarle, pero sus hermanas le convencen para esconderse, en La Casa de las Mozas, dos mujeres solteras que vendían tabaco, y le prepararon un cuarto a modo de zulo en la azotea. El celo de que no le faltara de nada hizo que un vecino lo delatara. Tenía seis hijos desde 13 años a 2 años. Fue apresado y fusilado en tres días. Tengo una carta que atestigua que era muy consciente cuando estaba preso que de una de esas noches no pasaba", rememora su nieto Amaro, quien asegura que de unos años a esta parte él se ha podido convertir en "la voz de mi abuelo que mataron y la de mi padre, que callaron".
De hecho, todo esto de la memoria y de la obligatoriedad de exigir justicia y reparación le llega por "las voces que oía en mi familia de que a mi abuelo lo habían matado, pero nadie explicaba nada". Fueron muchos años hasta llegar al momento de hace un mes. Pero a las pocas semanas, allí aparecieron hasta ocho cuerpos, pero no de asesinados. "Sabíamos que no era fácil, pero se hado un primer gran paso que era hacer la cata y aunque al principio hubo un poco de desmoralización, porque encontrar otros cuerpos que no son de represaliados hace que te vengas un poco abajo, con las explicaciones técnicas sobre la mesa y con la voluntad de seguir rastreando, ahora vemos luz y sabemos que hay muchas posibilidades de encontrar cuerpos de asesinados en otras localizaciones del parque", explica.
El arqueólogo que ha dirigido la intervención, Jorge Cepillo, ya tiene listo el informe, y en próximas fechas está previsto que se presente en rueda de prensa junto a representantes de la asociación memorialista, del Ayuntamiento de Jerez y de la Diputación de Cádiz, que según confirma De la Calle, "ha mostrado su predisposición a profundizar en las excavaciones". "Aunque no nos ha confirmado qué partida presupuestaria habrá, al menos se ha mostrado dispuesta a seguir haciendo catas en otros lugar de esta zona", afirma, y abunda: "En esta fosa se ve que han quedado huellas, y no hemos excavado más adentro, porque el sentido era ver en primera instancia si era verdad que estaba la fosa y en principio por cuestiones técnicas no nos podíamos meter en más profundidad. Allí se hizo un expolio con esos huesos, nos hemos encontrado muchos huesos repartidos, sin directriz de enterramiento y hemos encontrado cajas. Se va a seguir con el rastreo, y eso es lo importante".
Mientras duren las catas, habrá esperanza. Algo que han perdido con el cambio político en la Junta de Andalucía, donde las partidas destinadas a catas y exhumaciones han sufrido un profundo recorte. "Es muy difícil, lo de la Junta de Andalucía es muy complicado, por las directrices que están tomando los presupuestos, que son ridículos, será casi imposible poder trabajar con ellos". "Estamos en una de las dos plataformas andaluzas para hacer presión y manifestarnos en el Parlamento porque no vemos mucha voluntad y principalmente estamos en manos de ellos. Teníamos un memorial para Jerez presupuestado pero lo han parado y ni siquiera nos dan respuesta acerca de este monumento que queríamos colocar en Jerez", mantiene el presidente de la asociación memorialista jerezana.