"Es como si se lo hubiese tragado la tierra". La búsqueda de Álvaro Prieto, el futbolista juvenil de Córdoba desaparecido la mañana del 12 de octubre en Sevilla, sigue sin arrojar pistas sobre el joven.
La UME lo estuvo buscando la noche del domingo con perros por las inmediaciones de Santa Justa durante tres horas. Por ahora, no hay rastro de Álvaro, que perdió el tren en el que debería haber vuelto a Córdoba. Sin batería en el móvil ni dinero, trató de colarse en un AVE, pero lo acabaron descubriendo y echaron del tren.
Desde entonces, poco más se sabe sobre una desaparición que ha traído al recuerdo en Córdoba la de Paco Molina hace ocho años. Este joven, que contaba por entonces con 16 años, desapareció el 2 de julio de 2015 tras quedar con unos amigos.
Algunos testigos llegaron a apuntar que el menor tomó un autobús con dirección a Madrid. Sus padres siguen afirmando que su hijo no se marchó voluntariamente. A Paco Molina se le perdió el rastro en la estación de trenes de Córdoba. La Policía ha buscado alguna pista sobre su posible paradero hasta en diez países, pero no ha habido suerte.
Isidro Molina, padre del joven, se puso en contacto con la familia de Álvaro nada más conocer su desaparición. Le ha ofrecido su ayuda y experiencia personal para afrontar estos días infernales. "La familia ahora misto está pasando un trago tremendo, lo sé por experiencia y es complicado", ha manifestado Isidro a El Día.
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