Un suceso que ha conmocionado al país es el asesinato de Belén, educadora social en un piso tutelado de Badajoz, a la que presuntamente entre tres menores de 15 y 17 años mataron sin que le permitiera oponer resistencia. Un crimen brutal contra una profesional, maestra de formación, que trataba de reconducir la situación de esos mismos menores, quienes tenían un régimen de semilibertad.
El padre de uno de esos menores es un popular cocinero de la televisión pública extremeña, y que fue el candidato del partido regionalista Juntos por Extremadura, Antonio Granero.
En una entrevista con El Mundo, ha sido claro: "Lo que ha pasado es terrorífico, pero ni mi hijo ni el resto de menores que vivían en ese piso con la educadora deberían haber estado en libertad desde hace tiempo", señalaba el chef.
Detrás de esta historia, dice, hay problemas inicialmente en su matrimonio, un entorno con drogas llega a decir, que no favoreció la crianza, especialmente tras el divorcio.
"Mi hijo no iba en esa época al colegio, su madre se desentendía, perdía cursos enteros y en un año podía perder tranquilamente 700 horas de asistencia a clase, y eso lo sabía todo el mundo, está registrado, lo sabía la Administración, lo sabían los profesores, los directores... Pero nadie hacía nada, año tras año".
Una de las primeras cosas que ha hecho el cocinero es pedir perdón a la familia, aunque sabe que "el enorme daño que se ha hecho ya no se puede reparar, pero a ver si sirve para que no se vuelva a repetir".
Granero no comprende por qué volvieron a enviar al mismo piso a su hijo a pesar de haberse escapado tres veces. "Le dijimos a la Guardia Civil la última vez que lo iban a volver a hacer".
"Tenían que estar privados de libertad, tenían que estar encerrados en otro centro, sin que pudieran salir"
"Y los mandan otra vez allí, con la educadora, a unos adolescentes, como el mío, que desde hace tiempo no debían de estar en libertad, porque son problemáticos y en estos momentos son irresponsables", denuncia.
Por eso, apunta a que "es una locura que ocurriera, que los dejaran allí solos, con una mujer, y me da igual que fuera un hombre, rodeada de chicos, fuertes, atléticos".
El cocinero es claro: "Tenían que estar privados de libertad, tenían que estar encerrados en otro centro, sin que pudieran salir".
Un duro testimonio que no resta dureza contra su propio hijo por lo que presuntamente ha hecho, aunque explicando que el sistema no ha funcionado correctamente para llegar a esta situación.
Por el momento, los educadores sociales planean manifestaciones por todo el país, que se darán también en Andalucía, donde pondrán la lupa en cómo actúan las administraciones y si la seguridad, o el refuerzo de cada turno es el correcto, toda vez que estos centros en muchos casos están subcontratados a entidades a través de concursos públicos.