Una joven polaca que afirma ser Madeleine McCann, unos problemas en la infancia y la aparición en escena de una controvertida médium. Como caldo de cultivo para montar una historia mediática, los ingredientes referidos estaban bastante bien, porque el caso de la británica desaparecida en el Algarve dio la vuelta al mundo y sigue despertando interés.
Pero la historia de Julia Wandelt estaba condenada al fracaso y a convertirse en carne de circo. Eso es al menos lo que ha intentado montar la joven junto a la referida médium, en el intento de llamar la atención con las publicaciones del supuesto parecido de la polaca con Madeleine.
Tanto la policía británica como la polaca no tardaron mucho tiempo en desmontar el testimonio de Julia, que también fue desmentido por sus propios padres. Sin posibilidad de salir del laberinto en el que se habían metido, Julia y Fia Johansson, la médium influencer, realizaron un directo en redes en el que reconocieron que la polaca "quizás no es Madeleine McCann", pero que podría ser otra chica raptada.
Los padres de la joven británica, que en principio mostraron su disponibilidad para hacerse las pruebas de ADN y salir de dudas, han acabado muy enfadados con Julia y Fia, a las que han bloqueado en redes y de las que no quieren saber absolutamente nada al sentirse estafados emocionalmente.
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