La Policía Nacional detuvo días atrás a cuatro personas tras la pelea entre dos clanes, uno de Sevilla y otro de Sanlúcar de Barrameda, ocurrido el pasado 17 de febrero en la Barriada de Andalucía. El enfrentamiento, que generó una gran alarma entre los vecinos, se produjo sin el uso de armas de fuego, a pesar de las informaciones iniciales que apuntaban a su posible empleo, según ha confirmado ahora la Policía Nacional.
El conflicto, cuyas causas podrían estar relacionadas con la apropiación de ciertos efectos o el cobro de una deuda, derivó en un enfrentamiento en el que se emplearon palos y otros objetos contundentes, pero en ningún caso pistolas ni otras armas similares. La situación escaló cuando los implicados comenzaron a embestirse con sus propios vehículos, lo que provocó daños significativos en al menos dos automóviles.
Uno de los episodios más violentos se produjo cuando un grupo utilizó un vehículo todoterreno para embestir repetidamente a un turismo, logrando engancharlo con la bola de remolque y arrastrándolo por la vía pública. Este suceso fue grabado por numerosos testigos y las imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales y medios de comunicación.
Movilización policial
La magnitud del altercado motivó la intervención de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) Bahía de Cádiz en colaboración con la Policía Judicial de Sanlúcar de Barrameda. Las investigaciones permitieron identificar a los implicados y confirmar que el incidente se produjo sin disparos, descartando el uso de armas de fuego.
Tras el análisis de los vídeos y las declaraciones de testigos, la Policía procedió a la detención de cuatro personas, dos de ellas residentes en Sanlúcar de Barrameda y las otras dos procedentes de Sevilla. A los detenidos se les imputan delitos de riña tumultuaria y daños.
El Juzgado de Guardia de Sanlúcar de Barrameda ha recibido a los arrestados, que han pasado a disposición judicial.
La preocupación en Sanlúcar por el incremento de incidentes es evidente. Hace unos días, aparecieron unos gallos decapitados, y no paran de producirse incendios de vehículos con la sospecha de ser amenazas entre clanes.