La pesadilla de Antonia, despedida entre insultos de un instituto de FP de Jerez: "No se lo deseo a nadie"

Antonia Torres trabajaba como limpiadora en la empresa Samyl Facility Services y acaba de ser despedida después de haber tenido que incorporarse a trabajar tras una operación y con un informe médico negativo

Antonia, trabajadora despedida por Samyl Facility Services la pasada semana.

Antonia Torres trabajaba como limpiadora en el centro de formación Ilerna Cádiz de Jerez desde 2021 con toda normalidad, pero desde el inicio de 2024 las cosas cambiaron y ahora la trabajadora denuncia el despido y el trato que está recibiendo de parte de Samyl Facility Services.

"Desde el inicio me he esforzado al máximo para cumplir tanto con la empresa Muserac como con el centro de formación Ilerna. Con esta empresa no tuve ningún problema y trabajé con normalidad en un ambiente laboral respetuoso, pero la situación cambió cuando el 15 de enero de 2024,Ilerna decidió adjudicar el servicio de limpieza por razones económicas a la empresa Samyl, que desde el inicio no quiso subrogarme".

Fue el inicio de la pesadilla de Antonia, que habla de una falta de entendimiento absoluta desde el inicio: "Cuando por fin me subrogaron, me modificaron los horarios y las condiciones de trabajo, lo que denuncié en el Juzgado de lo Social el 23 de enero. No me entregaron uniformes, no me realizaron la formación de los nuevos productos sobre toxicidad y jamás me realizaron el reconocimiento médico, hechos que denuncié en la Inspección de Trabajo de Cádiz el mismo día".

Antonia Torres, posando para el reportaje. JUAN CARLOS TORO

Antonia causó baja médica tras valoración de SAS por un "trastorno de adaptación con síntomas mixtos", siendo dada de alta a propuesta de la mutua de la empresa e impugnada a la espera de resolución. "En el proceso de baja y por toda la situación vivida, tuvieron que intervenirme, ya que padezco neuralgia del trigémino y al causar el alta, tuve que volver trabajar con puntos de sutura, situación que me llevó a que se me abriera la herida y provocando sangrado, aun con un informe médico que me prohibía coger peso".

La trabajadora relata que desde entonces le hicieron "la vida imposible". "No pararon de insultarme y amenazarme con el despido. El 5 de abril, cumpliendo las amenazas de sus encargadas en el centro de formación Ilerna, fui despedida disciplinariamente, basado en una disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal o pactado".

Antonia Torres se queja de que Samyl, "en connivencia con Ilerna" dejan a merced del mercado laboral "a una mujer de 54 años y madre soltera de una menor, provocándome un trastorno del que aún sigo medicándome y en proceso de recuperación, lo que no le deseo a ninguna otra persona, ya que por ser mujer y reclamar mis derechos laborales, nadie debería pasar por esto".

Para conocer la versión de Samyl, lavozdelsur.es se puso en contacto con la empresa, que ha declinado el ofrecimiento de hacer declaraciones.