Polémica ante la esquela y misa de la Hermandad de la Defensión de Jerez por las "criaturas abortadas"

Marea Violeta emite un comunicado en el que expone que el aborto es "una cuestión de derechos humanos" y llama a gritar a las mujeres "sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios"

La esquela de la Hermandad de la Defensión de Jerez.

Marea Violeta Jerez ha enviado un comunicado a modo de denuncia ante la esquela publicada por la Hermandad de la Defensión. En el comunicado de la cofradía, la Defensión explica que el día de los Santos Inocentes es la conmemoración de un episodio hagiográfico (vida de los santos) del cristianismo. Dicho episodio fue la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes, con el fin de deshacerse del recién nacido, Jesús de Nazaret".

Así, explicaban en una nota, que tendrá lugar una misa este sábado a las 19:00 horas en la Iglesia de los Hermanos Menores Capuchinos "eterno descanso de todas las criaturas abortadas en el mundo durante este año 2024". 

Una concentración de Marea Violeta en una fotografía de archivo. CANDELA NÚÑEZ

"En nuestra sociedad pocos reaccionan ante la muerte injusta de millones de niños en el vientre de su propia madre. Como miembros de la Iglesia estamos obligados a defender siempre la vida, rezar por las madres que han perdido el sentido de su maternidad y pedir por los gobernantes que aprueban estos homicidios, para que sepan descubrir el valor y la dignidad de cada persona", dicen en el comunicado.

Reacción de Marea Violeta Jerez: "No es una simple oración"

Marea Violeta Jerez ha remitido a los medios de comunicación el siguiente comunicado a modo de denuncia de la esquela y misa anunciada por la Hermandad de la Defensión de Jerez en Capuchinos:

Hoy es 28 de diciembre, día en el que según la tradición cristiana se conmemora la el asesinato de niños a manos de las tropas de Herodes, para tratar de evitar la llegada del anunciado como rey de los judíos. Por esta razón, una hermandad de nuestra ciudad ha decidido, y anunciado mediante una esquela en un diario local, organizar una misa para rezar por las almas de los inocentes. ¿Y quiénes son inocentes para los organizadores de dicha misa? ¿Acaso los niños y niñas palestinos, sirios y libaneses asesinados por el ejército israelí en la guerra que hoy tiene lugar en los mismos campos de aquella matanza? ¿Los que mueren asesinados bajo las bombas rusas en Ucrania? ¿Los que son asesinados o mueren en hambrunas en el Sahel, en Sudán, en la República Democrática del Congo? ¿Las niñas perseguidas en Afganistán? ¿Los que mueren en las peligrosas rutas de tránsito con sus familias hacia una vida mejor en Europa? Nooo. No hay lugar para ellos en sus rezos. No serán tan inocentes. 

La oración va dirigida a los niños abortados en 2024. Porque a los organizadores de esta misa, anunciada mediante una esquela en un periódico local, no les importan los niños, una vez han nacido. No les importa lo más mínimo. Tan sólo son un medio, una herramienta para lograr acabar con el derecho al aborto en nuestro país, y hacerse de nuevo con el control sobre nuestros cuerpos. Ese es su verdadero objetivo. 

Para esta institución patriarcal las mujeres solo podemos tener sexualidad con el único fin de ser madres, relegándonos a meros objetos reproductivos sin libertad alguna para decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas, y por tanto a vivir bajo la opresión de los hombres. Tenemos derecho a elegir como y cuando ser madres, y por ello reivindicamos nuestro derecho al uso de anticonceptivos y, en último término, al aborto, algo que no es agradable para nadie, principalmente para las mujeres. Nadie nos puede obligar a existir con el único fin de ser madres, quitándonos el disfrute del sexo más allá de para concebir. Nuestra vida también tiene valor, y obligarnos a ponerla en peligro es una opresión patriarcal intolerable. Aprovechar la culpa y el miedo ha sido siempre el modo de ataque de la iglesia sobre las mujeres, poniendo sobre nosotras una presión que deteriora nuestra sexualidad y nuestra salud mental. Repetimos, el aborto no es agradable para nosotras, pero la principal preocupación de las instituciones eclesiásticas debería estar puesta en que ningún niño que ya haya nacido tenga que pasar su vida en centros de menores, que tengan que pasar hambre o sufrir guerras y abusos. Echamos de menos que entonen un mea culpa por tantos niños y niñas robadas a sus familias y abusadas por parte de algunos supuestos siervos de dios. 

Dejen de atacar a las mujeres, de hacerlas sentir culpables, no hemos elegido nuestro sexo, y no teemos que sufrir por ello. Miren dentro de sus instituciones las atrocidades cometidas contra tantos niños y niñas.  El aborto es una cuestión de derechos humanos y hay que defenderlos, muchas mujeres llevamos mucho tiempo gritando en las calles: "Sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios”.