El futbolista Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por violar a una joven en el baño de una discoteca, saldrá de prisión tras pagar una fianza de un millón de euros.
La Audiencia de Barcelona ha acordado la prisión provisional para Alves, al que se le han retirado sus dos pasaportes —español y brasileño— hasta que haya sentencia definitiva.
En el auto también se prohíbe al condenado salir del territorio nacional y le obliga a comparecer ante la Audiencia Provincial semanalmente. Asimismo, también le imponen la prohibición de comunicarse y acercarse a la víctima a una distancia inferior de 1.000 metros de su domicilio; lugar de trabajo o cualquier otro lugar que frecuente.
El tribunal ha valorado que la pena impuesta se ha reducido de forma considerable, ya que Fiscalía pedía 9 años y la acusación particular 12, y que ya lleva 14 meses de forma preventiva, "pudiendo ser prorrogada de persistir las circunstancias que motivaron su dictado, hasta la mitad de la condena impuesta, periodo en el que difícilmente podrá llegar a alcanzar firmeza la sentencia".
La madre de Alves, desatada
Lucia Alves, madre del futbolista, ha celebrado esta decisión en sus redes sociales: "La victoria ha llegado". Una vez, se vuelve a manifestar de forma polémica, después de ser la responsable de filtrar datos e información personal de la joven violada por Dani Alves. En sus redes sociales compartió vídeos e imágenes de la chica.
"Gracias Dios mío, todo honor y gloria a mi Señor. La victoria ha llegado para honra y gloria del Señor. Gracias Dios", ha dicho la madre del futbolista, en la que ha compartido una foto con su hijo.
La abogada de la víctima
La abogada Ester García, que representa a la joven que denunció a Dani Alves, considera que dejarlo en libertad bajo fianza "es una revictimización gravísima" para la chica.
"Creo que un sistema judicial como el que tenemos, con un caso anterior como La Manada, no debería permitirse repetir", ha criticado. García ha afirmado que no encuentra una explicación legal para justificar la decisión del tribunal, y sobre la reacción de la denunciante a la noticia ha dicho: "Para ella ha sido un jarro de agua fría y sobre todo el no poderle dar yo una explicación en términos legales, porque soy abogada y no encontraba ninguna explicación, no encuentro una explicación legal".
"Muy indignada, muy desesperada, muy frustrada, y esta sensación es la misma que tengo yo, porque no le puedo explicar, en criterios racionales ni en criterios legales", ha añadido sobre la reacción de la denunciante, que ha afirmado que siente que es una señal de impunidad.
Ha agradecido el trabajo de los profesionales de atención a la víctima, a los que atendieron a la joven en el Hospital Clínic y a los Mossos d'Esquadra que se han encargado el caso, y ha lamentado que la denunciante ahora tiene la sensación que todo el esfuerzo "no sirve para nada".
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