Crear un banco genético para poder comparar los fragmentos óseos procedentes de las fosas comunes recuperadas en diferentes localidades gaditanas como El Bosque, Grazalema, Paterna, Jimena, Setenil, Benamahoma, Puerto Real, San Fernando y Cádiz. Ese es el objetivo de la iniciativa puesta en marcha por el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cádiz. Un banco genético para localizar a los familiares de las víctimas represaliadas por el franquismo en la provincia de Cádiz.
Este pasado 1 de abril, en la sede de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz (Villamartín) comenzaron las pruebas de ADN. Actualmente hay 130 enterramientos colectivos de la provincia en el mapa de fosas y al menos unas 4.000 víctimas. En el conjunto de la provincia se han logrado identificar los restos de 625 víctimas.
El equipo técnico de Aranzadi, empresa adjudicataria de este proyecto, prevé realizar convocatorias colectivas por municipios, si bien en función de las circunstancias también se contempla recoger muestras casa a casa. El procedimiento es muy sencillo y consiste en tomar una muestra de saliva de la cavidad bucal mediante un hisopo. De dicha muestra, y ya en laboratorio, se extraen células epiteliales con las que se puede determinar el ADN. Esos datos se custodian en laboratorio y se compararán con las muestras óseas de las personas represaliadas que se van recuperando para verificar si hay vínculo familiar.
En este proceso, junto a la toma de muestras para el ADN, también se elabora una ficha ante mortem normalizada de la persona represaliada –que también se utiliza en los estudios de antropología forense ligados a la exhumación de fosas- para conocer las características físicas y anatómicas de las víctimas. La iniciativa dispone de un presupuesto inicial cercano a los 7.000 euros que se irá ampliando en sucesivas fases.
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