"Otros mercados se creen que están en el Carrefour. Yo estoy en un mercado tradicional". Con esta frase ya queda claro que el lugar mantiene su idiosincrasia o, al menos, lucha por mantenerla. Lo curioso es que su autor no es el dueño de una carnicería, ni de una pescadería. Es de Curro, el dueño del puesto número 2 del Mercado de San Gonzalo, en el barrio de Triana. El más antiguo de los que quedan y, posiblemente, el que más vaya a durar.
La Caseta der Curro, que es como se llama realmente este puesto, está rodeado de establecimientos tradicionales. Lo que uno se imagina cuando entra en un mercado. De hecho, este trianero de 70 años prácticamente nació allí. Vivía en la calle Voluntad, pero sus padres tenían una frutería en el mercado "cuando era de uralita". "Me cuentan las vecinas que mi madre me daba de mamar y me metía en una caja de tomates", apunta.
La situación ahora es bien distinta, aunque el espíritu del lugar se mantienen. Por allí pasean las mismas caras de siempre para tomarse algo. También conocidos para el gran público. "Estoy esperando a que venga el Sevilla —cantante de los Mojinos Escozíos—, dice Curro cuando aparecemos por la puerta. No es el único. Su primera definición sobre sí mismo, con cierto tono de cachondeo, es que "soy el novio de Bertín, le hago de comer". Las paredes de este pequeño lugar dan fe de ellos, hay varias imágenes donde aparece el famoso cantante y presentador.
Es evidente que Curro es una persona peculiar. El mismo lo reconoce. "Tengo mala lengua, pero es porque mi clientela me lo pide" o "si estoy formal se creen que estoy malo" son algunas de las pistas que da sobre el día a día en este rincón. La realidad es que mientras conversamos con él, son varios los clientes que le buscan.
Sin embargo, su fama tiene que ver con otras dos cuestiones. Una de ellas se hizo viral en su momento. Es habitual que a las puertas del mercado en una pizarra se pueda leer "día del SúperTieso". Es decir, cerveza y tapa por tres euros. Este golpe de ingenio llegó de un 'pique' con un local cercano. Curro puso en marcha el "día del tieso", lo copiaron y decidió doblar la apuesta. No obstante, esta semana no hay rastro de esta oferta. "La semana que viene tengo que empezar porque otra vez están saliendo los tiesos de todos lados". La traducción más certera de esto es que durante estos días no se ha vendido demasiado.
El otro motivo de su gran popularidad son las mantecas. "Compro manteca blanca y le hago el aliño", explica Curro. El resultado es un expositor con mantecas de lomo, de pringá, de chicharrones, de caldillo extremeño y de pollo. Junto a los recipientes también hay unas "pechugas en escabeche" que recientemente han sido renombradas como "capricho de Bertín". Todo ello sin conocimientos de cocina, más allá de la tradición. "Yo hablaba con las amigas de mi madre y me enseñaron a cocinar".
El cantante vuelve a la conversación porque su finca es lugar habitual de visita por parte de este trianero. "Abro de lunes a sábado y el domingo me voy a la finca de Bertín, que tenemos un huerto y hemos hecho un gallinero. Le digo a las clientas que me estoy comiendo los huevos de Bertín", cuenta con guasa. Ante las dudas que puede despertar la frase, Curro las despeja. "Ponlo, ¿si no para qué me entrevistas?".
Cada día llega a su lugar de trabajo a las cinco de la mañana. "Te puedes creer que en casa estoy aburrido", afirma. En una esquina se ve una guitarra "para cuando vengan los de la noche". El lugar, era sitio de quedada para flamencos como Chiquetete o Manuel Molina. De vez en cuando, algún flamenco se sigue dejando ver por allí.
Pese a las peculiaridades del sitio, el futuro está garantizado. En el mismo mercado, el hijo de Curro tiene una abacería y la idea es que sea él el que continúe con este puesto para mantener vivo el Mercado de San Gonzalo, pese a que el propio Curro con cierto tono de lamento señala que "el niño es muy formal". "Queremos que abran puestos en el mercado, pero de cosas que no tenemos, no que nos copien".