Los pinchazos de sustancias químicas que anulan la voluntad de las víctimas son la nueva arma empleada por los agresores machistas. Isabel Serrano Durán, una joven estudiante de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ha compartido en redes una profunda reflexión sobre este asunto. "Día a día nos recuerdan que corremos peligro por el simple hecho de existir. Nunca estamos seguras y además somos nosotras las que tenemos que protegernos: no vuelvas sola a casa, no bebas demasiado, no pierdas de vista tu copa o comparte tu ubicación".
Isabel, que está aprendiendo en el Instituto de Estudios Culturales y Cambio Social, afirma. "Y ahora, que la nueva forma de abusar de nosotras, de aterrorizarnos y de hacer que estemos constantemente en alerta cuando salimos de alerta es pincharnos, también se nos recuerda que nosotras somos las que debemos cuidarnos. Pero claro, ¿cómo te proteges cada centímetro de tu piel cuando sales de fiesta? ¿Cuál es la conclusión a la que quieren llegar? ¿Quieren que nos salgamos de fiesta para que estemos en casa?".
Si nosotras no somos culpables de los pinchazos, ¿por qué todo el mundo habla de autoprotección y nadie de los agresores? pic.twitter.com/gpwRdnOUsd
— Isabel Serrano (@isabelsd99) August 2, 2022
La joven ha puesto el dedo en la llaga del asunto. "Nadie habla de ellos. Los que entran en una fiesta con una aguja, sin ningún tipo de problemas, ni ningún colega que le diga: ‘tío, ¿qué haces?’. Siempre es una figura borrosa, sin rostro, ni nombre, ni amigos, ni edad. Parece que ellos, quienes ven como gracioso pinchar a las mujeres para violarlas y asustarlas, no son importantes. Mientras ellos se envalentonan y se llevan las manos a la cabeza después de tragarse una mentira tan estúpida como que ahora tienen que firmar un contrato para follar, demostrando además que siguen sin saber esa diferencia entre sexo consentido y violación, nosotras estamos compartiendo consejos con nuestras amigas para protegernos de los pinchazos".
A modo de conclusión, Isabel, que es muy activa en redes y que recientemente fue noticia por defender su Trabajo de Fin de Grado con una Cruzcampo en la mano, señala. "Estamos tratando de que ninguna de nosotras se quede sola cuando volvamos de fiesta. Si las medidas de prevención se siguen centrando en nosotras, en vez de en ellos, quienes hacen que estemos incómodas en la fiesta seguirán disfrutando como si el mundo fuera suyo. Y nosotras seguiremos con miedo, en alerta constante y teniendo que irnos a casa cuando el imbécil de turno nos incomode".
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