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Hace unas semanas, José, un hombre muy querido en el poblado de Sancti Petri (Chiclana) que vivía en la conocida como La Bella Esquinita, fallecía
Desde entonces, Remo, un perro callejero que siempre le hacía compañía y que le acompañaba en sus paseos, no se separa de la puerta de este vecino.
En redes han señalado que "José decía de Remo que era un espíritu libre, que no quería dormir en su casa como su otro perro, sino suelto en su poblado de Sancti Petri, entre viejos marineros, las colonias de gatos callejeros, las gaviotas, las urracas y los gorriones, siempre en camaradería. José se ocupaba de Remo y de todos los animales y ambos eran dos símbolos del viejo poblado almadrabero de Sancti Petri en Chiclana. Le daba de comer y de beber. Ellos dos y un perrillo que sí dormía en La Bella Esquina, la vivienda de José, y que siempre iba con correa, salían diariamente de paseo por la mañana y por la tarde, para hacer poco más de dos kilómetros entre ida y vuelta por el acerado de madera entre las playas y las marismas".
Ahora Remo se ha quedado solo y su historia recuerda a la de Canelo, el perro que cuenta con una calle en Cádiz y que no se separaba del hospital donde falleció su dueño. "Es como Canelo", ha destacado un vecino. Una vez más, los perros vuelven a dar una lección de lealtad y fidelidad hacia las personas que les dan cariño.
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