Un restaurante chino del barrio madrileño de Usera ha sido clausurado tras una inspección en la que los agentes de la Policía Municipal descubrieron condiciones de insalubridad extrema y graves irregularidades sanitarias. En el interior del local se hallaron alimentos en mal estado, presencia de plagas y espacios ocultos donde se almacenaban productos sin control sanitario. El propietario ha sido detenido y se enfrenta a cargos por delitos contra la salud pública y contra la fauna y la flora.
El establecimiento, identificado como Jin Gu, se encontraba en el número 37 de la calle Perpetua Díaz. La intervención policial se produjo el pasado 25 de marzo, cuando los agentes observaron múltiples infracciones que comprometían la seguridad de los clientes. Entre los primeros indicios detectados figuraban extintores mal instalados, sin respetar la altura mínima legal, y salidas de emergencia bloqueadas, además de una notable falta de higiene en la zona de cocinas.
Congeladores oxidados y alimentos sin etiquetar
Durante el registro, los agentes descubrieron un baño adaptado para personas con movilidad reducida que ocultaba una estancia tras una estantería corrediza. En su interior, se hallaban ocho congeladores oxidados, con alimentos sin etiquetar ni control de temperatura. Algunas bolsas presentaban un color amarillento sospechoso, lo que evidenciaba una conservación deficiente.
La Policía Municipal de Madrid clausura un restaurante chino llamado “Jin Gu” en el barrio multicultural de Usera en el que entre otras cosas se vendía carne de paloma como si fuera pato laqueado.
— Sr.Liberal (@SrLiberal) April 8, 2025
El dueño del establecimiento, ubicado en el distrito de Usera, ha sido imputado… pic.twitter.com/iWDyDiGsVr
El hallazgo más alarmante fue la presencia de carne colgada en un tendedero, que se secaba al aire con la ayuda de un ventilador mientras la grasa goteaba directamente sobre el suelo. En el mismo espacio, había gallinas negras congeladas sin ningún tipo de registro sanitario, así como trampas para ratas con cebos de carne, lo que confirma la existencia de una infestación activa.
Riesgo para la salud de los consumidores
Además de las condiciones deplorables en materia de seguridad alimentaria, las autoridades han señalado que el local suponía un riesgo directo para la salud de los consumidores y del entorno, motivo por el cual se procedió a su cierre inmediato. El propietario del restaurante fue detenido en el acto y trasladado a dependencias policiales para su puesta a disposición judicial.
El caso ha sido puesto en conocimiento de la autoridad judicial competente, mientras se tramitan los procedimientos administrativos para sancionar al establecimiento y garantizar que no pueda reabrir hasta que cumpla con todas las normativas de higiene, seguridad y sanidad. Las investigaciones continúan abiertas para determinar si existe una red más amplia relacionada con el uso y distribución de alimentos en condiciones ilegales.