La Junta de Andalucía ha retirado la custodia de una niña de dos años a sus padres ante las sospechas de que la pequeña sufriera maltrato y un "desamparo grave" por parte de sus progenitores, sobre quienes ya existían, al parecer, antecedentes de desprotección.
Según relata La Voz de Cádiz, el pasado martes el equipo de menores declaró la situación de desamparo provisional del bebé que, según informa la Junta, sufría maltrato psicológico y emocional "por exposición a situaciones de violencia de gravedad elevada", debido también a las "graves dificultades personales" de sus padres. También se detectaron "severas deficiencias" en las necesidades físicas y de habitabilidad de la vivienda de esta familia gaditana.
La "falta de colaboración" de los progenitores de la menor y su "nula conciencia sobre la situación de riesgo a la que estaban sometiendo a su hija" provocó que los Servicios Sociales valoraran la retirada urgente de la menor como medida de protección. El equipo acudió a la vivienda okupada por la familia acompañado por una dotación de la Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía y agentes de la Policía Nacional. Sin embargo, según relata La Voz de Cádiz, los padres se habían trasladado a otro piso del casco histórico de la ciudad también como okupas.
Agentes de la Policía Autonómica volvieron a ejecutar un nuevo intento el pasado miércoles. Fue entonces cuando la niña, en cumplimiento de la Resolución de Desamparo, fue trasladada por el equipo de menores con una familia de acogida de urgencia.
Según informa la Junta, la menor, a pesar de los episodios violentos que se sucedieron al acudir por segunda vez al domicilio familiar, mostró temor o angustia por estos hechos, lo que indica que habría vivido hechos semejantes con frecuencia, y que en su brazo presentaba una quemadura "de tamaño considerable". Al parecer, el padre se encontraba presente en el domicilio a pesar de tener una orden vigente de alejamiento hacia la madre y la niña.
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