Es cierto que muchas veces los funerales, tal vez por las emociones contenidas, dejan momentos en los que se escapa alguna sonrisa, pero que sea Juan Carlos I de Borbón el propietario de la risa en el funeral de su prima Isabel II es, cuantos menos, llamativo.
El emérito tal vez recordó algunos momentos de su vida monárquica y no pudo contenerse, contándole la gracia a la reina emérita Sofía, a la que no tenía a su lado desde hace muchísimo tiempo.
Los eméritos compartían lugar en la Abadía de Westminster junto a los actuales reyes de España, Felipe VI y Letizia. Esta imagen familiar no se veía desde el 29 de enero de 2020, en el funeral de la hermana de Juan Carlos I, la infanta Pilar. Una escena que llegaba precedida de polémica, ya que fuentes cercanas a la Casa Real no veían con buenos ojos la presencia del emérito en Londres.
Fue la reina Letizia la que reprobó, con una mirada fulminante, el comentario y la sonrisa de su suegro. Todo ello ante el semblante hierático del actual monarca.
Por si fuera poco, y antes de que sucediese esta anécdota en la ceremonia fúnebre, el otrora rey de España era calificado como "deshonra" por medios británicos.
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