La iniciativa ciudadana Sevilla Se Muere ha llevado a cabo frente a las puertas del Ayuntamiento una protesta vecinal para denunciar la turistificación que padece la ciudad. Aprovechando que el pleno de Sevilla debatía y aprobaba la limitación de las Viviendas de Uso Turístico (VUT) a un máximo del 10% sobre el total en cada uno de los 108 barrios, se ha producido la concentración.
"No cabe ni un piso turístico más en Sevilla". Con esta frase sentenciaba en campaña el actual alcalde su postura sobre el problema de las Viviendas de Uso Turístico en la ciudad. Sin embargo, "desde su toma de posesión no han dejado de proliferar las Viviendas de Uso Turístico en edificios residenciales, provocando la expulsión de los vecinos", explica en un comunicado
"El pasado 21 de junio se presentó a aprobación definitiva una propuesta de ordenanza que limita el número máximo de Viviendas de Uso Turístico, fijando un tope del 10% sobre el número de viviendas disponibles en cada barrio. Todas las alegaciones presentadas por numerosos colectivos de la ciudad para la mejora de la propuesta fueron rechazadas con el argumento de que eran de carácter técnico. Por supuesto, la ordenanza no contiene ni palabra sobre limitar otro tipo de alojamientos turísticos, como hoteles o complejos de apartamentos, que también detraen viviendas en el Casco Histórico", añaden.
"El pasado lunes 7 de octubre el alcalde anuncia que volverá a llevar al Pleno una propuesta que mantiene la ratio del 10% ya presentada en el mes de junio y que ahora cuenta con el apoyo del Grupo Municipal de Vox. En evidente menoscabo del interés general se está colocando en plano de igualdad los derechos de los vecinos y los intereses del sector de la vivienda turística", denuncia el colectivo.
Sevilla se Muere prosigue diciendo que "según la propuesta, 94 barrios de Sevilla (de los 108) admiten la implantación de miles de nuevas Viviendas de Uso Turístico. Sevilla no es solo su Casco Histórico. ¿Está capacitada la ciudad para absorber una cantidad tal de nuevos alojamientos y el impacto que ello produciría? ¿Le han preguntado a los vecinos de San José Obrero, de San Jerónimo, de Nervión, del Porvenir, del Barrio León, de Heliópolis, de Elcano-Bermejales o del Cerro del Águila, por citar sólo algunos, si están de acuerdo con esta medida?".
El colectivo vecina considera que "desolación es el sentir general de los vecinos ante la posibilidad de padecer un número de Viviendas de Uso Turístico que triplica el actual (de casi las 10.000 actuales a más de 30.000) y exigen a sus representantes municipales que no aprueben esta iniciativa contraria a sus intereses y derechos, que puede suponer en la práctica la expulsión de casi 23.000 familias de sus hogares. Esta medida que propone el Alcalde no sólo va a tener un impacto negativo sobre todos los barrios de la ciudad en cuanto a la vivienda, usos y encarecimiento de todos los bienes, desde la propia vivienda hasta la cesta de la compra; sino también la presencia diaria de decenas de miles de visitantes más sobre el Casco Histórico de la ciudad, aumentando más aún su deterioro y la terrible presión que viene sufriendo".
La plataforma apela "a la responsabilidad de nuestros gestores municipales y les recordamos la necesidad de emplear el instrumento jurídico más poderoso que tienen en sus manos para frenar la presión turística: la adopción de un instrumento de ordenación que limite la implantación de nuevos usos turísticos, ya que ello conlleva la pérdida de dotación residencial".