Agentes de la Policía Nacional han detectado en Sevilla un nuevo e importante aumento de un tipo concreto de estafa, la cual, de manera resumida. Los estafadores establecen contacto telefónico con empleados de establecimientos comerciales para solicitarles la realización de un supuesto pago, necesario para entregar algún tipo de mercancía o de documentación.
Para convencer a los trabajadores, los estafadores se hacen pasar por empresas de mensajería, y alegan tener al responsable del establecimiento al teléfono por otra línea autorizando el pago.
Previamente, los autores de los hechos recaban información y datos sobre el establecimiento, pudiendo proporcionar durante la llamada información del negocio, como el nombre del responsable o el lugar concreto donde se encuentra la caja, entre otros detalles. Eso no significa que la llamada sea legítima, sino que usan ese tipo de información para lograr llevar a cabo la estafa.
Los estafadores aprovechan también para solicitar a su interlocutor su número de teléfono personal para mantener ocupada su línea y la del establecimiento. Así, no dan opción a la víctima para poder contactar con el responsable del comercio y comprobar la veracidad de la llamada.
Para llevar a cabo la estafa, piden al empleado que obtenga el dinero de la caja o del despacho del encargado, o incluso que saquen dinero de su propia cuenta. A continuación, les piden que se desplacen a un locutorio para utilizar los servicios de envío de dinero al extranjero, o, en ocasiones, a un cajero de criptomonedas.
Muchas veces las llamadas se reciben desde el prefijo de países extranjeros como México, pero también utilizan prefijos españoles. Si la víctima se muestra reticente, suelen amenazarlos con ser despedidos por sus jefes, o, incluso, con causarles daños a ellos o a sus familias.
Para evitar esta nueva y creciente modalidad de estafa, desde la Policía Nacional lanzan una serie de recomendaciones para la ciudadanía:
- Colgar la llamada y no restablecer comunicación ni hacer pago alguno, hasta no comprobar personalmente la veracidad de la misma, poniéndose en contacto con el responsable del establecimiento directamente.
- No facilitar datos personales.
- Utilizar sistemas de pago seguro y que dejen rastro, como transferencias bancarias.
- Desconfiar ante la solicitud de realizar el pago a través de envíos de dinero al extranjero o en cajeros de criptomonedas.
- Desconfiar si el interlocutor tiene excesiva prisa para que se envíe el dinero.
- No dar credibilidad a las amenazas.
- Se aconseja a los responsables de los negocios que conciencien a sus empleados sobre la existencia de este tipo de estafas.
Desde el cuerpo de seguridad enfatizan que, si el ciudadano cree que puede haber sido víctima de algún tipo de estafa, debe poner los hechos en conocimiento de la Policía Nacional llamando al 091.