El olor alcanza a muchos metros. Y es que el aroma del guiso que se lleva toda la mañana cocinando en el bar de la piscina municipal de Guadalcacín es un reclamo por sí solo. También se está haciendo una paella.
La intención de María Pereira y de Santiago Padilla, propietarios del bar, es que los vecinos afectados por las inundaciones de este miércoles en la Entidad Local Autónoma (ELA) jerezana puedan comer caliente, sin necesidad de cocinar.
"Esta mañana se nos ocurrió que podíamos cocinar algo para ayudar a los vecinos", relata Padilla a lavozdelsur.es. Él ha sido el encargado de hacer el sofrito que lleva la paella, que incluye gambas, mejillones, almejas o carne de cerdo y de pollo. "Ahora echaremos el arroz", comenta cuando este periódico visita el negocio hostelero familiar.
"Hay que ayudar", insiste Santiago, que mira de reojo a la catástrofe vivida en la Comunidad Valenciana. Tanto de paella como de puchero saldrán unas 100 raciones, aproximadamente el número de vecinos más afectados por la DANA en Guadalcacín. Concretamente, los residentes en las calles Pichón, Pistacho y Tomasa Pinilla.
"A mis padres se le ocurrió hacer algo para ayudar a los vecinos, para que puedan comer algo calentito", dice Lidia Padilla Pereira, hija del matrimonio propietario del bar de la piscina municipal. "Aquí recibimos a quien lo necesite, cada uno que traiga su tupper y se lleve la comida", anuncia. "Hay que arrimar el hombro", sostiene.
En su caso, la DANA ha inundado la habitación de la depuradora de la piscina pequeña. "Espero que no haya llegado al cuadro de luz", dice Santiago, que estuvo toda la tarde del miércoles achicando agua de las instalaciones donde se encuentra el negocio hostelero.
Santiago y María, también su hija Lidia, y amigas del negocio como Elena Tejero y Rocío Martínez se han pasado toda la mañana del jueves cocinando para que sus vecinos no tengan que preocuparse de cocinar. Un gesto solidario que seguro agradecerán.