Los cuatro guardias civiles que resultaron heridos en el operativo desplegado en Barbate en el que murieron dos agentes tras ser embestidos por una narcolancha, han comparecido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad gaditana.
La causa, diferente a la que investiga el asesinato de los dos guardias civiles, si el coronel de la comandancia de Cádiz y el general jefe de Andalucía cometieron un delito al no facilitar a los agentes los medios para intervenir de la manera correcta la trágica noche del 9 de febrero.
Según declaraciones a las que ha tenido acceso El País, uno de los agentes ha calificado de "súper absurdo" el dispositivo planteado por el coronel, que pretendía desplegar una red –que al final resulta que ni se contaba con ella– para que los narcos se dieran a la fuga.
Un cabo de los GEAS que iba también a bordo de la zódiac de la Guardia Civil narró que tuvo que ponerse sobre el traje de neopreno un chaleco antibalas, además de llevar un casco y una pistola, algo que no había hecho nunca. De "despropósito" calificó este cabo el operativo que contaba con "un material ridículo".
Uno de los agentes declaró: "Como a esa gente les dé por moverse, nos van a pasar por encima. Esto es un riesgo. Y el coronel me dice: ‘No, no. Esto no va a pasar, créeme. El GAR los mata, el GAR los mata’".
Cuando el responsable de llevar la embarcación que fue arrollada por los narcos expresó que se sentía muy mal por lo que había ocurrido, el coronel le dijo, según contó el agente, "mira, si hay algún responsable, ese soy yo, que lo he organizado todo. Tú ahora tranquilo, vamos a ser fuertes y dime quién es el compañero que ha fallecido".
El sargento al mando de los GEAS, que se desplazó hasta Barbate para gestionar la operación, también prestó declaración indicando que recibió una llamada sobre las tres y media de la tarde en la que se le informó del "gran revuelo que había porque se habían refugiado 6 o 7 narcolanchas" en la zona debido al temporal que se había desatado.