El pazo de Meirás, en Sada (La Coruña) pasó en diciembre a ser de todos los españoles, tras más de 80 años en manos de la familia Franco. Después de que una orden judicial declarara al Estado como legítimo propietario de una finca atravesada por ocho siglos, en España aún quedan otros ‘pazos de Meirás’ en diferentes puntos de su geografía que siguen sin ser recuperados. Una de esas fincas marcadas a fuego por el golpismo está en Sevilla, el Cortijo de Gambogaz, casi 500 hectáreas que supuestamente fueron regaladas por el Ayuntamiento hispalense al general Gonzalo Queipo de Llano. Una plataforma y los herederos de su antiguo dueño pelean por su rescate, 84 años después.
Más al sur, en Jerez, la calle Taxdirt, conocida como la calle de la sangre —por el antiguo hospital que allí existió—, tiene medio abandonada y en ruinas una casa-chalé en una hermosa finca urbana que también fue obsequio municipal a una de las manos derechas de Queipo, el comandante Salvador Arizón Mejía (La Habana, 1888-Jerez, 1963). El también marqués de Casa Arizón, secundó en Jerez el golpe militar franquista de 18 de julio de 1936 y segó la vida de cientos de jerezanos inocentes cuyo delito no había sido más que apoyar la legalidad democrática surgida en abril de 1931, la II República de la que ahora se cumplen 90 años.
La casa-chalé en el número 28 de Taxdirt, casi en la esquina frente a Armas de Santiago y lo que fue el antiguo acuartelamiento de Tempul, construida sobre una parcela de unos 10.800 metros y en dos plantas (con 14 habitaciones), “fue un ignominioso premio —en torno a 1942, y registrado bajo una posterior escritura de compraventa en 1944— del Ayuntamiento de Jerez al golpista y verdugo Arizón”, resaltan desde el Grupo de Memorialistas de la ciudad. Este colectivo, presidido por Francisco Cuevas, exige al gobierno local desde hace años que active “todos y cada uno de los resortes jurídicos, administrativos y políticos que sean necesarios para la recuperación de esta finca por su legítimo dueño, el pueblo de Jerez”.
Pero realmente, este rescate sería mucho más sencillo y barato que el de los otros ‘pazos’ españoles, ya sea el genuino de Sada o el sevillano de Queipo de Llano. Los herederos de Arizón, según el documento del registro mercantil al que ha accedido lavozdelsur.es, vendieron la finca a la empresa Grana Padana SL, certificándose la escritura pública de compraventa una notaría de Sanlúcar de Barrameda —curiosamente, de donde según los historiadores proceden los antepasados de Arizón—, en abril de 1997. Antes que esta promotora inmobiliaria sanluqueña, cuyos registros contables siguen activos en internet, se hiciera con la propiedad, el primer titular que figura en la nota simple del registro es el Banco de Jerez SA, pero también la familia del comandante.
Casi un cuarto de siglo después, el estado que presenta la finca y el inmueble claramente incumple el deber de conservación de su actual propietario, que en todo este tiempo, tal y como ocurre con la finca aledaña de la antigua compañía Jerez Industrial SL, no ha hecho nada por revalorizar ni el inmueble, ni la parcela sobre la que se asienta. Abandono, degradación y un agujero abierto e ideal para ocupas, amigos de lo ajeno y para realizar todo tipo de actos vandálicos, como así denuncian vecinos de la zona que viene sucediendo desde hace años. ¿Por qué no se ha incorporado este ‘pazo de Meirás’ jerezano al registro municipal de solares y edificaciones ruinosas? ¿Por qué no se ha comenzado la tramitación para su expropiación forzosa y ha tratado de incorporarlo al patrimonio municipal su legítimo propietario, el Ayuntamiento?
Sencillamente, “por desconocimiento total o por falta absoluta de voluntad política”, advierten desde la agrupación memorialista a este periódico. El RMS del Ayuntamiento de Jerez, adscrito a la Delegación Municipal de Urbanismo y Patrimonio, contempla en la actualidad un listado público de 92 solares y edificaciones ruinosas inscritas. En la enorme lista, principalmente de inmuebles o fincas situadas en el casco histórico del municipio, no aparece en cambio Taxdirt, 28. ¿Por qué? “La realidad es que, salvo varias cosas cosméticas, el Ayuntamiento de Jerez tiene preocupación cero y no hace absolutamente nada en materia de memoria histórica, simplemente deja pasar el tiempo”, se reafirman desde el grupo de Memorialistas jerezanos.
Aparte de recuperar la casa-chalé en Taxdirt, que podría dedicarse a un Lugar de la Memoria, al igual que el campo de concentración del Cortijo de Vicos, que también dirigió según explican los investigadores el comandante Arizón, la asociación memorialista jerezana también ha pedido con insistencia, en relación al golpista que, una vez que ya fue derogada la medalla de oro de la ciudad y el título de hijo adoptivo de Jerez, se proceda a la supresión del homenaje público que, “inexplicablemente”, sigue recibiendo en el cementerio municipal de La Merced. Allí puede verse una lápida conmemorativa de su actuación militar golpista en todo el sector norte, con epicentro en Jerez, de la provincia de Cádiz. Una lápida que dice exactamente: “El Excmo. Sr. D. Salvador de Arizón Mejía, Marqués de Casa Arizón, Coronel de Caballería, Comandante Militar de Jerez de la Frontera en el Alzamiento Nacional; Hijo Adoptivo y Predilecto de Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda y Grazalema; Medalla Militar Individual y Medalla de Jerez. Falleció el 27 de marzo de 1963 a los 75 años…”.
"La democracia hay que cuidarla y mimarla cada día, porque no es permanente, tenemos la obligación de rememorar lo que vivió nuestro país, y ojalá que nuestros hijos no tengan que vivir nunca la falta de democracia", aseguraba en marzo pasado la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, en uno de los escasos actos vinculados con la memoria histórica que ha protagonizado en casi seis años de gobierno socialista en el Ayuntamiento de Jerez. Fue en un acto de homenaje a Manuel de la Calle Camas, fusilado en 1936, y cuyo cuerpo aún no ha podido ser localizado.
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