Lidia es una docente que está sufriendo en casa las consecuencias del acoso escolar. Tal y como ha denunciado públicamente, su hija, de 11 años, lleva desde hace cuatro años siendo víctima de bullying en un colegio de Sevilla de la zona de San Julián.
Un "acoso silenciado" al que decidió ponerle voz a principios de este curso. "¿Por qué no se dice antes? ¿Por qué hemos aguantado tanto? Hemos aguantado cuatro años porque la niña tenía pánico a la que la acosadora se vengara de ella, pánico a que los niños dejasen de ser sus amigos, a ser señalada en el centro, a que se rieran de ella", destaca Lidia.
Como docente de la escuela pública, esta madre reconoce que "jamás hubiera pensado que esto ocurriera. A los docentes no nos han preparado para ser jueces y decir este niño es un acosador". Pero con las pruebas que ha aportado sobre las situaciones de indefensión vividas por su hija, Lidia confiaba en que alguien moviese ficha. Sin embargo, como suele pasar en muchos casos, se ha encontrado con el silencio administrativo.
Además, haber hecho pública la situación de acoso ha aumentado el vacío hacia la menor: "Es una manipulación que hace el acosador con la víctima para situarla en una postura de indefensión y que no pueda hablar. Cuando convencemos a la niña, porque llega destrozada a casa y dice que no puede más, que alguien tiene que ayudarle, nos encontramos ante un sistema que silencia los casos y revictimiza a la víctima".
Lidia cuenta que "mi hija me dice a día de hoy que su vida era mejor antes, cuando no se había hablado del acoso escolar, cuando no había dado voz. Me dice que le prometimos que la íbamos a ayudar, que esto se iba a solucionar y que ahora ha ido todo a peor. 'Ahora soy una niña señalada. Hay niños que no quieren jugar conmigo porque sus padres no están de acuerdo con lo que habéis hecho. El colegio no reconoce que me han acosado y mi hija dice que está segura de que lo saben'. Y yo le tengo que decir, claro que lo saben, pero no lo quieren decir, no lo pueden decir".
Lo último de los ataques recibidos ha sido contra Lidia. En la mochila de la menor encontraron un papel que ponía "tu madre está enferma". En la puerta del colegio también apareció una pintada, con su nombre e iniciales de los apellidos, con el mismo mensaje. Todo esto después de haberse cerrado en el centro el protocolo de acoso escolar.
Desde inspección educativa, como señala Lidia a lavozdelsur.es, incluso han prohibido al centro atender a la familia si la cuestión es relacionada con el acoso escolar. Siete familias han realizado un escrito donde verbalizan las situaciones a las que se ha enfrentado a la menor, pero el centro no ha aportado la documentación a la madre, a pesar de las 50 solicitudes realizadas por escrito.
A pesar de esto, esta madre sevillana no piensa quedarse de brazos cruzados y va a seguir los trámites necesarios para denunciar el acoso que asegura lleva sufriendo su hija durante cuatro años.