El narcosubmarino interceptado este martes por la Guardia Civil ha confirmado el aumento de la actividad ilícita en Andalucía. Más aún cuando se ha conocido que el destino de este submarino era el río Guadalquivir, donde el narcotráfico en las últimas semanas ha estado muy presente. La embarcación había salido desde Brasil.
La Guardia Civil y las autoridades portuguesas lo interceptaron a unas 500 millas náuticas al sur de las Azores con 6.600 kilos de cocaína. Es el primer caso conocido de este semisumergible interceptado en pleno mar abierto. La operación 'Nautilus' partió de una información de la Guardia Civil española la cual fue compartida a través del Centro de Análisis y Operaciones Marítimas MAOC-N con las autoridades portuguesas, la National Crime Agency (NCA) y la Drug Enforcement Administration (DEA), que han colaborado en la operación.
Este miércoles se han hecho públicas las primeras imágenes del narcosubmarino. El operativo pone de manifiesto el creciente uso de este tipo de embarcaciones en el traslado de drogas entre las dos orillas del Atlántico. Se trata de transportes difíciles de detectar y capaces de transportar una elevada cantidad de cocaína. Asimismo, los tripulantes pueden hundirlas con facilidad y, con ello, hacer desaparecer la droga, si se ve sorprendidos en un momento dado por las autoridades.
Jucil pide más medios
El colectivo Jucil, que agrupa a guardias civiles, ha solicitado una mejora en los recursos materiales y humanos para combatir el narcotráfico en Andalucía. En su declaración, han señalado que la desaparición del OCON-Sur ha provocado una disminución en las incautaciones de drogas, que han caído de manera continuada en los últimos años. Según Jucil, la falta de medios está favoreciendo la actuación de organizaciones criminales con total impunidad, lo que representa un grave riesgo para la seguridad de varias localidades costeras y del interior de la región, incluida Sevilla.
En este contexto, la agrupación ha advertido sobre la posibilidad de que Sevilla se convierta en un nuevo centro de distribución de drogas en España. Para evitarlo, Jucil ha propuesto la creación de un servicio fluvial en el río Guadalquivir, similar al que ya operan en las costas, con el fin de mejorar el control en la zona. Esta medida, según el colectivo, sería clave para frenar el avance de las organizaciones que operan en la región.
Además, Jucil ha solicitado que todo el litoral andaluz sea declarado como Zona de Especial Singularidad (ZES), una figura legal que permitiría reforzar tanto los recursos materiales como la presencia de agentes en la zona. La organización considera que esta iniciativa es esencial para garantizar una respuesta más eficaz frente al narcotráfico y asegurar la seguridad en la región.