Han pasado cinco días de la no boda en Jerez y el asunto sigue generando opinión y provocando reacciones de conocidos y el entorno de ambas familias.
Los programas que tratan temas del corazón están abordando el asunto de manera estelar y ofreciendo numerosas conjeturas y teorías sobre los motivos que llevaron al torero Juan Ortega a cancelar su boda con Carmen Otte media hora antes del enlace en la iglesia de Santiago, en Jerez.
Una llamada del diestro al sacerdote Josep María Quintana, amigo de Ortega, fue el detonante final de la decisión que tomó el sevillano. Al parecer, el cura le comentó que cancelase su paso por el altar si tenía dudas, como le estaba manifestando. Quintana, curiosamente, le dijo todo lo contrario a Tamara Falcó, con la que también mantiene una amitad, con relación a su enlace con Iñigo Onieva.
El programa TardeAR también ha apuntado a la presunta intromisión del padre y de la familia de la novia en las decisiones de la pareja y en todo lo relacionado con la boda.
La revista Vanitatis, por su parte, ha desvelado que uno de los miembros de su cuadrilla de Ortega se encontró al torero llorando desconsolado como un niño en la habitación del hotel en el que se alojaba la noche previa al enlace.
Según el referido medio, el matador de toros se sinceró con este hombre, indicándole reiteradamente: "No lo veo, es que no lo veo".